Con el título de tapa “Fraternidad, respeto y humanismo para cambiar la economía”, se introduce un tema central desarrollado en esta nueva edición del L'Osservatore Romano en lengua española. En las tres páginas centrales de este ejemplar, se transcriben en forma completa y oficial la intervención del Papa Francisco en la conclusión del Encuentro internacional “La economía de Francisco”.
Dirigiéndose en un video mensaje, el Papa Bergoglio les expresó a cientos de jóvenes de 115 países del mundo, entre otros conceptos que: “La crisis social y económica que muchos padecen en carne propia y que está hipotecando el presente y el futuro en el abandono y la exclusión de tantos niños, adolescentes y familias enteras no tolera que privilegiemos los intereses sectoriales por encima del bien común. Debemos volver en cierta medida a la mística del bien común… Nunca nos olvidemos de que «el todo es superior a la parte, y también es más que la mera suma de ellas», y de que «la mera suma de los intereses individuales no es capaz de generar un mundo mejor para toda la humanidad»… Porque no se trata solo o exclusivamente de socorrer las necesidades más básicas de nuestros hermanos. Es necesario asumir estructuralmente que los pobres tienen la dignidad suficiente para sentarse en nuestros encuentros, participar de nuestras discusiones y llevar el pan a sus mesas. Y esto es mucho más que asistencialismo. Estamos hablando de una conversión y transformación de nuestras prioridades y del lugar del otro en nuestras políticas y en el orden social, investigación científica, sin perdernos en modas intelectuales o poses ideológicas —que son islas—, que nos aíslan de la vida y del sufrimiento concreto de la gente…. A ustedes jóvenes provenientes de 115 países, los invito a reconocer que nos necesitamos para gestar esta cultura económica capaz de «hacer que germinen sueños, suscitar profecías y visiones, hacer florecer esperanzas, estimular la confianza, vendar heridas, entretejer relaciones, resucitar una aurora de esperanza, aprender unos de otros, a crear un imaginario positivo que ilumine las mentes, engrandezca los corazones, dé fuerza a las manos, e inspire a los jóvenes —a todos los jóvenes, sin excepción—la visión de un futuro lleno de la alegría del Evangelio»”.
Otros desarrollos temáticos importantes publicados en este ejemplar del semanario en lengua española de la Santa Sede, y que están en sintonía con el anterior, son el discurso del Papa Francisco al Colegio Pio Latinoamericano y su mensaje a los participantes de seminario “América Latina: Iglesia, Papa Francisco y los escenarios de la pandemia”.
En el primer caso, el Papa expresó que: “Hoy día no sólo en América sino en el mundo lo que impide un encuentro fraternal entre los pueblos son los nacionalismos autorreferenciales, cerrados en sí mismos y mirándose a sí mismos. El mundo sigue cerrando las puertas, rechazando el diálogo y rechazando la colaboración, se niega a abrirse con sinceridad al compromiso común por un bien que alcance a todos indistintamente, este es el espíritu del mundo, así se mueve, así trabaja…Globalización sí, pero poliedro, donde cada pueblo, cada uno conserve la propia particularidad. En el segundo discurso citado, que en este caso consistió en un video mensaje, el Papa Francisco manifestó que: “La pandemia del Covid amplificó y puso en mayor evidencia los problemas y las injusticias socioeconómicos que ya afectaba gravemente a Latinoamérica toda y con mayor dureza a los más pobres. Ante las desigualdades y la discriminación, que aumentan la brecha social, se suman las difíciles condiciones en las que se encuentran los enfermos, y muchas familias que atraviesan tiempos de incertidumbre, y sufren situaciones de injusticia social. Y esto se evidencia al constatar que no todos cuentan con los recursos necesarios para llevar adelante las mínimas medidas de protección contra el Covid-19: techo seguro donde poder cumplir el distanciamiento social, agua, recursos sanitarios para higienizarse y desinfectar los ambientes, trabajo estable que garantice el acceso a los beneficios, por nombrar los más imprescindibles”.
Como es habitual, en esta edición se incluyen de manera completa y oficial los textos de los mensajes semanales habituales del Santo Padre como lo son el Ángelus dominical y la Catequesis en oportunidad de la Audiencia General de los miércoles. Del mismo modo, se publican otras homilías del Santo Padre y artículos de los columnistas especializados en temas vaticanos desde una mirada latinoamericana y ecuménica.