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Nueva edición

L'Osservatore Romano de esta semana: "Garantizar el acceso a los tratamientos a los más vulnerables"

Se destaca el extenso mensaje del Sumo Pontífice en oportunidad de la XXIX Jornada mundial del enfermo, que se publica en forma completa y oficial.

Nueva edición del Osservatore Romano.
Nueva edición del Osservatore Romano. | Cedoc

El ejemplar de esta semana del L'Osservatore Romano en lengua española está encabezado con un fuerte pedido del Papa Francisco en estos tiempos de pandemia “Garantizar el acceso a los tratamientos a los más vulnerables”.

El mismo forma parte de un extenso mensaje del Sumo Pontífice en oportunidad de la XXIX Jornada mundial del enfermo, que se publica en forma completa y oficial en esta edición. En su homilía del 12 de enero para esta tradicional conmemoración, el Papa Bergoglio también expresó que: «La pandemia actual ha sacado a la luz numerosas insuficiencias de los sistemas sanitarios y carencias en la atención de las personas enfermas»: sobre todo «a los ancianos, los más débiles y vulnerables no siempre tienen garantizado el acceso a los tratamientos, y no siempre es de manera equitativa».

En plena emergencia de coronavirus, la cita de este año ofrece la ocasión para reflexionar sobre las consecuencias que derivan «de las decisiones políticas, del modo de administrar los recursos y del compromiso de quienes ocupan cargos de responsabilidad» en el ámbito sanitario. El llamamiento de Francisco es a invertir más «en el cuidado y la atención a las personas enfermas»: se trata, resalta el Papa, de «una prioridad vinculada a un principio: la salud es un bien común primario».

En los párrafos finales de su mensaje, el Papa Francisco manifestó que: “Una sociedad es tanto más humana cuanto más sabe cuidar a sus miembros frágiles y que más sufren, y sabe hacerlo con eficiencia animada por el amor fraterno. Caminemos hacia esta meta, procurando que nadie se quede solo, que nadie se sienta excluido ni abandonado”. Un doble compromiso por la «reconciliación nacional» y la tutela de los «valores democráticos arraigados en la sociedad» fue pedido por el Papa a las autoridades y «al pueblo de Estados Unidos de América, sacudido por el reciente asedio al Congreso».

El llamamiento fue lanzado el domingo 10 de enero, al finalizar el Ángelus rezado —todavía sin la presencia de los fieles a causa del Covid-19— en la Biblioteca privada del Palacio apostólico vaticano. En precedencia, comentando como es habitual el Evangelio del día, Francisco había ofrecido una meditación sobre el Bautismo de Jesús. Después de la oración mariana, el Pontífice habló de la situación estadounidense; también saludó a los fieles que le siguen a través de los medios de comunicación, se lamentó por no haber podido bautizar —por las limitaciones impuestas por la pandemia— a los niños en la Capilla Sixtina como es tradición, y dirigió un saludo «a todos los niños que en este periodo reciben» el sacramento. Finalmente recordó la conclusión del tiempo litúrgico de Navidad y el inicio del Tiempo ordinario, exhortando «a vivir con amor las cosas» para «hacerlas extraordinarias».

El Papa Francisco ha establecido con un Motu Proprio que los ministerios del Lectorado y del Acolitado están en adelante también abiertos a las mujeres, de forma estable e institucionalizada con un mandato especial. Se publica en esta edición la Carta del Pontífice “Spiritus Domini”, que modifica el primer párrafo del canon 230 del Código de Derecho Canónico. Francisco específica que ha querido aceptar así las recomendaciones que surgieron en varias asambleas del Sínodo de los Obispos.  En la misma página de este ejemplar del diario vaticano, se deja constancia de los párrafos principales de la entrevista que el Papa concedió a la televisión italiana. En ella, Francisco expresó entre varias consideraciones que «La indiferencia nos mata porque nos distancia». En cambio, la palabra clave para pensar en las formas de salir de la crisis «es la palabra cercanía». Si no hay unidad, no hay cercanía, advierte el Papa, «se pueden crear tensiones sociales incluso dentro de los Estados». Así, habla de la «clase dirigente» en la Iglesia como en la vida política. En este momento de crisis, exhortó, «toda la clase dirigente no tiene derecho a decir “yo”, debe decir “nosotros” y buscar la unidad frente a la crisis».

En la página sexta de esta edición se incluyen dos artículos de redactores estables del periódico vaticano en lengua española. Primero es el caso de la columna de Rocío Lancho García, quien comenta el libro del periodista Miguel Pérez quien narra la historia de once misioneros españoles que llegaron hasta los confines de la tierra con el Evangelio. Además, el presbítero protestante Marcelo Figueroa, reflexiona sobre el ecumenismo político del amor a la luz de los últimos acontecimientos mundiales bajo la mirada de la Encíclica Fratelli Tutti del Papa Francisco.

Como es habitual, se incluyen otros discursos, homilías y mensajes del Santo Padre en forma completa y oficial, como es el caso del realizado el 6 de enero en oportunidad de la misa en la solemnidad de la Epifanía. En el altar de la basílica vaticana, estaban presentes veinte cardenales y, en el momento de la oración eucarística, se acercaron al altar el decano Giovanni Battista Re y el vicedecano Leonardo Sandri.