No debatir, esa fue la decisión final del primer mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, después de las especulaciones que se hicieron acerca de su presencia en los estudios de la cadena de multimedios O Globo, en la ciudad de Río de Janeiro, donde se realizó una exposición de ideas de todos los candidatos a la presidencia.
La decisión fue confirmada por la oficina de prensa del Partido de los Trabajadores (PT), agrupación que lidera el mandatario. De esta manera, el actual presidente -que va primero en intención de voto con el 59 por ciento, según datos de Sensus-, no estará en el último debate de la campaña para las elecciones presidenciales que se desarrollarán el domingo próximo.
Por su parte, dieron el sí el candidato del Partido Social Demócrata de Brasil (PSDB), Geraldo Alckmin –principal opositor y con el 31 por ciento de la intención de voto - de Lula, la socialista Heloísa Helena y el demócrata laborista Cristovam Buarque.
El actual presidente brasileño, según trascendió, fue aconsejado por sus asesores para que asistiera al debate de esta noche, cosa que Lula –tal vez recordando su fallido debate con Fernando Collor de Mello en 1989-, no tomó en consideración.
Lula, de acuerdo a las encuestas, obtendría el triunfo en primera vuelta, aunque los escándalos de corrupción que salpicaron a los militantes del PT, hicieron que la oposición se ilusionara con alcanzar un ballotage.
Día de cierre. Ayer a la mañana, el presidente Da Silva comenzó el cierre de su campaña de reelección con spots televisivos que se emitieron durante todo el día. En ellos, un emotivo Da Silva, con música clásica de fondo, apeló a la emoción del pueblo brasileño para impulsar su nuevo mandato. En tanto obvió por completo cualquier alusión a los escándalos de corrupción que rodearon a su partido durante las útlimas semanas, ni a los espisodios de violencia en las cárceles que sacuedieron al país.
Por la noche, Lula encabezó un multitudinario acto en el barrio de San Antonio, de la ciudad paulista de San Bernardo del Campo, corazón del polo industrial de San Pablo, donde hace unos 30 años surgió como líder sindical metalúrgico. Allí el actual presidente destacó sus logros de gobierno.