INTERNACIONAL
La corrupcin e inseguridad fueron protagonistas excluyentes

Lula y Alckmin: nuevo debate a pura ironía

Los dos candidatos se cruzaron acusaciones y chicanas políticas. El mandatario recordó a su oponente que en San Pablo, el estado que gobernó los últimos años, hubo una ola de violencia mafiosa.

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Los candidatos estrechan sus manos durante su segundo debate televisivo. | AFP
BRASILIA-- El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva ironizó anoche sobre los planes del socialdemócrata Geraldo Alckmin contra la inseguridad, recordándole que en el estado de Sao Paulo, que su adversario electoral gobernó en los últimos años, hubo una ola de violencia mafiosa.

En el segundo debate entre los dos candidatos a la presidencia de Brasil, Alckmin le respondió que todos los jefes mafiosos estaban presos, y dijo que si gana la elección del 29 de octubre trabajará también para poner tras las rejas a los delincuentes "de cuello blanco", en alusión a los escándalos que salpicaron al gobierno y al oficialista Partido de los Trabajadores (PT, izquierda).

Alckmin dijo que en Sao Paulo cumplió con su parte, pero que " detrás de las cuestiones de seguridad existe el tráfico de drogas" y que el gobierno federal es "omiso" en ese sentido, por lo cual prometió reforzar la seguridad de las fronteras y crear un ministerio de Seguridad Pública.

Lula tiró entonces una estocada: "Por amor de Dios, que el pueblo de Sao Paulo no lo oiga, porque va a pensar que habrá un PCC en todo Brasil", en referencia al Primer Comando de la Capital (PCC), la organización que controla el tráfico de drogas desde las cárceles y que lanzó este año una ofensiva que dejó unos 180 muertos en el estado más poblado y rico de Brasil.

Alckmin repuso que "no hay ningún líder del crimen organizado que no esté preso, pero los de cuello blanco están sueltos". El dirigente opositor volvió a exigir explicaciones, como lo hizo en el primer debate del 8 de octubre, sobre el origen de los 1,750 millones de reales (800.000 dólares) decomisados en la detención de dos personas vinculadas al PT, supuestamente destinados a comprar información comprometedora sobre el propio Alckmin.

"Esta campaña va a terminar siendo la campaña de una sola nota", repuso Lula, a lo cual Alckmin devolvió el golpe: "No es una cuestión de una sola nota, sino de 1,750 millones de notas".

Alckmin sostuvo que la corrupción en el gobierno de Lula es " endémica", y recordó los varios escándalos que desde el año pasado provocaron la caída de los principales ministros y de los máximos dirigentes del PT.

Lula, que tiene de 20 a 22 puntos de ventaja en las encuestas, trató a su rival de "colonizado", por haberlo interrogado sobre la posición dada a Brasil en un ránking de países emergentes publicao por la revista británica The Economist.
Otro tema de enfrentamiento fue el de recorte de gastos.

Alckmin consideró fundamental reducir la carga tributaria, de un 38% del Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil, y dijo que para eso hacía falta racionalizar los gastos, ante lo cual prometió reducir ministerios (hay 33 en la actualidad).

Acusó además a Lula de haber inflacionado esos gastos, colocando en puestos de responsabilidad pública a decenas de miles de miembros del PT. Lula negó la necesidad de cortar gastos, afirmó que muchos ministerios son meras secretarías con escaso presupuesto, como las de Mujeres o de Igualdad Racial, pero que tienen "una enorme importancia social".

El debate se llevó a cabo en la cadena televisiva SBT, con una periodista sentada entre los dos candidatos y reglamentando estrictamente el tiempo de uso de la palabra. Al concluir la emisión, Lula citó números y dijo que estaba moivado por "el sueño de transformar a Brasil en un país más democrático".

Alckmin afirmó que "el PT ya tuvo su oportunidad", y dijo que no permitiría que las empresas estatales estuvieran "al servicio de un partido político". En el debate, volvió a negar su intención de privatizar grandes empresas como Petrobras o el Banco de Brasil, tema con el cual Lula mantuvo una fuerte ofensiva en las últimas semanas.