Un fuerte sismo sacudió este viernes Ciudad de México, sumiendo de nuevo en la angustia a millones de personas con larga historia en ese tipo de sucesos, incluso a escasos cinco meses de otro sismo que dejó 400 muertos. "Estamos cumpliendo con todos los protocolos de este tipo de sucesos, pero por el momento no se reportan daños importantes", indicó el departamento de Protección Civil.
El Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS) y el Servicio Sismológico Nacional de México concluyeron que el sismo tuvo una magnitud de 7,2 grados y que el epicentro fue ubicado a 11 kilómetros del pueblo de Pinotepa de Don Luis, en el estado de Oaxaca, suroeste de México. Por la magnitud del movimento sísmico, el Comité Nacional de Emergencias trabajaba en la revisión de daños y Eduardo Sánchez, vocero del presidente Enrique Peña Nieto, señaló que "hasta el momento no tenemos datos de que haya muertos o personas lesionadas". En el momento del sismo, fueron miles de personas las que corrieron a las calles, escapando de los edificios céntricos. "Salimos corriendo, era lo único que podemos hacer", dijo con los ojos llenos de lágrimas Kevin Valladolid, de 38 años, quien reside en el barrio Roma, uno de los más afectados por el sismo del pasado 19 de septiembre, tanto por número de derrumbes registrados como por los daños estructurales en edificios.
"La verdad es que estamos muy estresados con esto, con cualquier sonido de alarma vivimos un flash back", agregó Kevin. Parada en medio de una avenida de la colonia Roma y sin quitar la vista de su departamento ubicado en un quinto piso, Graciela Escalante, de 72 años, apenas podía hablar. "Estuvo terriblemente fuerte. Apenas si pudimos bajar, fueron las escaleras más largas del mundo, pero pudimos salir antes de que la tierra se empezara a sacudir... creímos que se caería todo otra vez", dijo sin soltar la mano de su hija. El sismo de magnitud 8,2 del 7 de septiembre pasado dejando centenares de víctimas Oaxaca y Chiapas, además de pueblos enteros devastados.