INTERNACIONAL
competencia para hillary?

Michelle Obama ve a una mujer presidenta en EE.UU.

Para la primera dama, el país está “preparado” para el cambio. Aclaró que no compite, pero suma más poder en la Casa Blanca.

Pareja presidencial. Los Obama bailan en la asunción del segundo mandato del demócrata.
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A Michelle Obama le preguntaron si cree que llegará a ver a una mujer en la presidencia de los Estados Unidos. “Sí, pienso que el país está preparado para eso –respondió la primera dama–. Se trata sólo de ver quién es la persona indicada”. Fue durante una entrevista con la revista dominical Parade, que se publicará mañana.

La mujer de Barack Obama aseguró que ella misma nunca competirá para ser presidenta. “Nunca me sentí tan segura de mí misma, de lo que soy como mujer”, contestó Michelle cuando le preguntaron por los 50 años que cumplirá en enero. “Pero estoy constantemente pensando en mi propia salud, asegurándome de que estoy comiendo bien y haciendo ejercicios. Y realmente quiero seguir haciéndolo hasta los 80 o 90 años”.

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La primera dama estadounidense evitó responder sobre la posibilidad de que la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton, sea candidata presidencial en las próximas elecciones. “Ella no ha anunciado nada, así que obviamente yo no me le adelantaré”, dijo entre risas.

Michelle sostuvo que la llegada de una familia afroestadounidense a la Casa Blanca provocó importantes cambios culturales. “Los niños nacidos en los últimos ocho años sólo conocieron a un hombre negro como presidente de los Estados Unidos –subrayó–. Eso cambia las cosas para todos los niños, independientemente de su raza, su sexo o su orientación sexual. En sus mentes se amplía el campo de oportunidades a su alcance. Y ahí es donde se produce el cambio”.

La primera dama también habló sobre su liderazgo en la lucha contra la obesidad infantil, tarea a la que dedica la mayor parte de su tiempo. “Cuando empezamos, mucha gente decía: ‘Ese no es un problema, ¿por qué elige eso?’. Pero en un corto tiempo hemos convertido un asunto preocupante en uno en el que hay rayos de esperanza. El objetivo es ver las cifras reducidas en una generación”.

Durante la última campaña presidencial, Michelle asumió el rol de vocera informal de Obama en temas sociales y su imagen resultó un polo de atracción para el voto femenino y afroamericano. Su figura suma calidez a la imagen política del mandatario, quien hizo a su esposa partícipe protagónica de la estrategia demócrata. Michelle cubre su agenda con participaciones diarias en eventos sociales, donde defiende la gestión de su marido y medidas como la reforma del sistema de salud o promesas como la reforma migratoria.

Hay quienes dicen que Michelle incluso extendió su red de influencia doméstica sobre la Casa Blanca. El libro Los Obamas, de la periodista Jodi Kantor, reveló el desembarco de la esposa del presidente en el Ala Este, el sector familiar y social de la casa de gobierno. Desde allí se convirtió en una rival del pragmatismo de los funcionarios del Ala Oeste. Según Kantor, en su evolución como primera dama Michelle se alejó del modelo de inocencia de Laura Bush y asumió un rol agresivo en la cocina de las decisiones políticas de Washington.

Al mismo tiempo, Michelle no abandona su papel de “madre soltera”, como alguna vez se autodenominó por la demandante ocupación de su marido. “Cuando un esposo siempre está viajando por trabajo o tiene altas responsabilidades, es poco probable que se ocupe de llamar a la escuela de danza de las hijas o cosas por el estilo. Y es importante que ambos padres puedan hacer esas cosas”.