Nueva York - Antes era un sencillo trabajador de la construcción. Pero después de
que
Wesley Autrey, de 50 años, saltara esta semana con decisión
delante de un tren suburbano para salvar a otra persona, Nueva York lo ha convertido en su héroe. Y
él ha notado cómo cambia todo el mundo. Su jefe le regaló un sandwich de jamón y queso y lo dejó
marchar antes a casa, relata con satisfacción este hombre negro.
Desde entonces
Donald Trump le ha entregado un cheque de 10.000 dólares,
Disney lo ha invitado a él y a su familia a ir de
vacaciones y a ver un musical, la
Academia de Cine de Nueva York le dio otro cheque y
el alcalde de la Gran Manzana le ha hecho entrega de la medalla de
bronce, la mayor distinción para ciudadanos valientes o que destacan de alguna forma.
Entretanto casi todos los norteamericanos conocen el rostro de este
héroe del Harlem.
Autrey dejó a sus niñas
Shuqui, de 6 años, y Syshe, de 4, en el andén
para evitar la muerte segura de un extraño. Las
televisiones estadounidenses no se cansan de mostrar cómo el
"Superman del metro" salta pese a la llegada de un convoy.
Autrey observó cómo un joven con convulsiones cayó del andén entre las vías.
El estudiante de cine
Cameron Hollopeter, de 20 años, sufrió un ataque epiléptico y
perdió el control. Como nadie más hizo nada,
Autrey no dudó en lanzarse para presionar con su cuerpo el del
joven contra el suelo.
El tren pasó a apenas unos centímetros de sus cabezas antes de
pararse. Autrey y Hollopeter resultaron ilesos a excepción de unas raspaduras.
Mientras los grandes
"talkshows" se pelean por el arrojado héroe, éste tan sólo
asegura que fue una pura obviedad. "Actué así porque vi que alguien necesitaba ayuda", dijo a los
medios. Y repite una y otra vez un detalle de la historia:
Cuando el convoy del metro se detuvo y el ensordecedor ruido cesó,
Hollopert le preguntó si estaba muerto.
"Estás vivo, pero como te muevas nos puede costar la vida a los dos", le replicó, según
relata entre risas. El joven estudiante de cine fue llevado al hospital y, según los medios,
permanecía hoy en observación. Su salvador se negó sin embargo a ser trasladado en una ambulancia
"a costa del contribuyente".
Dijo que se encontraba bien y rechazó toda ayuda. Ante la cámara no responde sin embargo de
forma tan modesta sobre el ajetreo mediático, los honores y la lluvia de regalos. "Quien hace el
bien es recompensado con cosas buenas", dijo. Pero enseguida aprovecha la ocasión y hace un
llamamiento: "Neoyorquinos, ayuden cuando vean que alguien está en apuros".
Fuente:
DPA