INTERNACIONAL
Elecciones en Estados Unidos 2008

Obama y McCain se preparan para los debates por TV

El demócrata es un gran orador, pero tiene problemas en estas discusiones. Su rival aprovechará el enfrentamiento que suele definir las elecciones.

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| AFP

La campaña presidencial en Estados Unidos entró en la recta final: Barack Obama y John McCain comenzarán esta semana la tradicional ronda de debates televisados, que serán determinantes para convencer a quienes aún no han decidido su voto para las elecciones del próximo cuatro de noviembre.

Los dos candidatos están muy preocupados: los debates son definitorios, ya que mucha gente elige a su candidato tras verlos por TV, y no lo hacen tanto por coincidencias con las ideologías o plataformas políticas sino por la afinidad que "sientan" con el político de turno, si les cae bien o no.

Es por eso que Obama estará recluído esta semana en un "campo de debate" en Tampa, Florida. Allí ensaya junto a Greg Craig y practica contra Ron Klain, parte del equipo que preparó a John Kerry y Al Gore a prepararse para el evento en las fallidas elecciones pasadas, informó el diario Página/12.

Si bien el candidato demócrata sorprendió con su discurso esperanzador ante audiencias grandes, que contribuyó mucho a su campaña, el debate cara a cara no es su fuerte, según sostiene el New York Times.

Estas discusiones requieren de respuestas breves, directas, profesionales pero con humor y carisma, mientras que Obama tiende a dar largos pero apasionados discursos, intelectualizando sus argumentos gracias a su entrenamiento como abogado y progesor de leyes.

“A Obama le gusta hablar sobre un problema, dar algunos ejemplos dirigidos a algunas soluciones y a menudo eso no entra en el tiempo que le da el moderador", confesó Robert Gibbs, uno de sus estrategas.

Los debates fueron de hecho su punto débil en las primarias demócratas contra Hillary Clinton, y se notó aún más en un debate contra su actual rival, John Mc Cain, en una iglesia evangélica del conservador condado de Orange en California, el pasado 17 de agosto.

McCain aplastó a Obama en ese entonces con sus respuestas concisas sobre temas delicados y relevantes para los estadounidenses como el aborto, la investigación con células madre, el matrimonio y los impuestos. Con esa ventaja llega un poco más confiado a la Universidad de Mississippi, en Oxford, donde se enfrentarán el próximo viernes 26 de septiembre.

El tema a tratar será la política exterior, uno de los puntos en el que el candidato republicano le saca mucha ventaja al demócrata. Aún con esa ventaja, McCain también se prepara para el evento: lo asesora Brett O'Donnell, especialista en entrenar evangelistas para debates televisivos.

El senador de Arizona estará en su salsa: prefiere bajar al llano, a la pelea mano a mano, acorde a su caracter de veterano de Vietnam. Esa es, de hecho, la carta que más usa: cuando su rival en las primarias Mitt Rommey enumeraba sus logros como inversor, McCain respondió "Dirigí el escuadrón más grande de la Armada de Estados Unidos, no por ganancias sino por patriotismo".

Los debates presidenciales son ya un clásico en las elecciones norteamericanas. Si bien hay antecedentes desde 1860, comenzaron a imponerse un siglo después gracias a la televisión, cuando John F. Kenneddy se ganó el corazón de medio país con su carisma frente a Richard Nixon.

Los analistas creen que es en los debates donde se terminan de definir las elecciones, ya que muchos votantes sólo se interesan en este tramo de la campaña. Candidaturas prometedoras y en ascenso, como la de Nixon, fueron derrotadas por un mal desempeño en las discusiones.

Este año habrá dos debates más, el 7 y el 15 de octubre, en la Universidad de Belmont (Nashville, Tennessee), y en la de Hofstra (Hempstead, Nueva York). Los candidatos a vicepresidente Joe Biden y Sarah Palin tendrán su turno el 2 del mismo mes en la Universidad de Washington (Saint Louis, Missouri).