Jerusalén.- Una mortífera bacteria, resistente a los antibióticos, ha causado decenas de muertos en Israel y ha contaminado a centenares de enfermos en los hospitales, sembrando miedo en el país.
Quinientas personas, ingresadas en una decena de hospitales, resultaron contaminadas por la bacteria Klebsiella en los últimos seis meses, y el 30% murió, declaró a la AFP Yair Amikam, portavoz del ministerio israelí de Salud.
La bacteria, según los especialistas, provoca graves infecciones pulmonares y urinarias que no pueden ser tratadas a causa de su resistencia a todos los antibióticos presentes en el mercado.
" Hubo 500 casos de contaminación en los últimos meses, de los cuales el 30% acabó en la muerte de los pacientes. Todas eran personas de edad, que sufrían de diversas enfermedades y que su contaminación por la bacteria no es la única causa de su muerte", explicó Amikam.
El ministerio de Salud pidió un presupuesto extraordinario de al menos 2.500 millones de shekels (unos USD 500 millones) para mejorar, en los próximos quince años, las infraestructuras hospitalarias, en particular para instalar centenares de camas suplementarias.
Los médicos advirtieron que de no tomarse medidas inmediatas , la epidemia podría propagarse muy rápidamente. El primer ministro israelí, Ehud Olmert, se reunió el jueves con el ministro de Salud, Yaacov Ben Ezri, y prometió "estudiar" la demanda, informó la radio pública.
Olmer pidió a su ministro un informe diario sobre la evolución de la situación. "Hay que mejorar las condiciones de esterilización, de aislamiento, ampliar el espacio entre las camas", declaró Ben Ezri este viernes a la radio militar.
La bacteria mortal fue revelada esta semana por los medios de comunicación israelíes. "Temor a una epidemia bacteriana", "propagación de una bacteria resistente", "decenas de muertos" han titulado los diarios en los últimos días, provocando el temor en la población.
Aunque el ministerio de Salud no quiso inicialmente informar sobre la epidemia, para no provocar el pánico, algunos médicos advirtieron que era urgente tomar medidas enérgicas. "Corremos el riesgo de enfrentarnos a un problema endémico, en lugar de un problema que pueda ser contenido", declaró el doctor Itamar Shalit, presidente de la asociación israelí contra las enfermedades infecciosas.
"Hay que tomar numerosas medidas", sugirió el médico, incluidas inversiones "significativas" que permitan a los hospitales contratar personal y enfermeras especializados, comprar el equipo necesario y más camas.
Los expertos sólo se dieron cuenta de la aparición de la bacteria al cabo de 8 a 10 meses de que se produjeran las primeras infecciones. Algunas de las familias de los pacientes fallecidos han presentado demandas contra los hospitales, convencidos de que la neglicencia acabó en realidad con la vida de sus seres queridos.