Irán aceptó que los iraníes acusados por la Justicia argentina de haber participado en el atentado a la AMIA sean juzgados en un tercer país. Por lo menos, eso es lo que descuenta el Gobierno de Cristina Kirchner.
Tres altas fuentes oficiales –un diplomático que participó de las reuniones que esta semana se realizaron en la ONU, un embajador que estuvo acreditado en Teherán y un funcionario que participó de las conversaciones iniciales con los funcionarios iraníes–, confirmaron a PERFIL que las negociaciones entre Argentina e Irán están “mucho más avanzadas de lo que se reconoce públicamente” y que sólo restan “definir los aspectos técnicos para iniciar un camino nunca antes explorado en la justicia internacional”.
La decisión del gobierno iraní fue la que permitió que la Argentina e Irán formalizaran esta semana en Nueva York un diálogo que, a decir verdad, nunca se cortó desde que se iniciaron las gestiones en 2004.
Los contactos entre los kirchneristas y los persas tuvieron un impasse que se reactivó en el último año. Fue el viaje que el canciller Héctor Timerman realizó a Siria el año pasado el que pudo destrabar las negociaciones.
Tal como adelantó PERFIL, el jefe de la diplomacia argentina se reunió en Alepo –donde hoy se está produciendo una terrible represión del gobierno de Bashar al Assad contra los disidentes sirios– con los enviados de Irán.
En esa cita secreta, se logró la aceptación de Teherán de someter a sus funcionarios a un interrogatorio judicial en un país que no sea ni Argentina ni Irán.
El jueves, por primera vez, la reunión de alto nivel entre Irán y la Argentina se hizo pública. Timerman se entrevistó con su par iraní Ali Akbar Salehi en la sede de las Naciones Unidas para encontrar una solución compartida por ambos países sobre el “caso AMIA”. Así lo describe la propia Cancillería argentina en un comunicado emitido luego del encuentro.
Los representantes de Cristina Kirchner y Mahmoud Ahmadinejad se comprometieron en Estados Unidos a “continuar las negociaciones a través de los representantes legales de ambos ministerios en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra, durante el próximo mes de octubre con el propósito de explorar un mecanismo legal que no esté en contradicción con los sistemas legales de Argentina e Irán”.
El proceso que podría iniciarse en “suelo neutral” con las debidas garantías que reclama Irán, parece ser la salida al encierro diplomático por la investigación del atentado contra la AMIA.
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