El Congreso de Estados Unidos era el escenario de una feroz batalla por la llamada ley SOPA (Stop Online Piracy Act o Acta para detener la piratería online), cuyo objetivo declarado era prevenir la descarga ilegal de contenidos de internet, pero que en la práctica permitía ejercer una censura de facto en la red.
La norma era impulsada por el republicano Lamar Smith con el apoyo de las industrias cinematográfica, discográfica y de videojuegos, entre otros. En la vereda de enfrente estaban los gigantes de internet como Amazon, AOL, Facebook, Google y Yahoo, que incluso amenazaron con interrumpir sus servicios.
Pero la amenaza quedó congelada, después de un comunicado oficial de la Casa Blanca en el que el presidente Barack Obama anunció que se opondrá a toda iniciativa de ley que reduzca la libertad de expresión en internet.
Ahora, la Cámara de Representantes anunció que no votará la ley hasta unificar criterios con el Senado, informó el diario El País. La Cámara Alta analiza una propuesta de ley similar pero buscaría el consenso entre republicanos y demócratas.
Además, el mismo impulsor de la ley, Lamar Smith, había anticipado que podía retirar la parte más cuestionada del proyecto, la que permitía bloquear completamente el acceso a los sitios que violasen los derechos de autor. En cambio, propuso penalizaciones como el retiro de la publicidad a dichos sitios.