Tailandia aseguró que la confiscación realizada este mes de casi un billón de dólares en el contrabando de ketamina fue errónea: los testeos que se realizaron hasta el momento no llegan a confirmar la existencia de la sustancia.
Así lo expresó el ministro de Justicia tailandés Somsak Thepsuthin en declaraciones brindadas el pasado martes 25 de noviembre sobre los reactivos de las pruebas.
De acuerdo con su testimonio, la reacción de la mezcla por la presencia de hidrocloruro de ketamina ocurrió de la misma manera con el fosfato de trisódico, un químico que puede ser utilizado como aditivo para las comidas y un agente limpiador. Al agregarse un solvente orgánico, ambas sustancias se convirtieron al color púrpura.
La frontera y la otra guerra contra las drogas
"Fue un malentendido que nuestra agencia tiene que aceptar", dijo Thepsuthin ante la prensa y se excusó: "Esto no fue un error, es un nuevo conocimiento sobre las sustancias". Sin embargo, el ministro indicó que los testeos de los cargamentos confiscados continuan. Hasta el domingo se habían examinado 66 de 475 bolsas.
La Oficina de Control Antinarcótico de Tailandia anunció el pasado 12 de noviembre la confiscación del cargamento y señaló que se trataba de una red de tráfico multinacional.
En medicina, la ketamina es utilizada como un anestésico o antidepresivo, pero también es empleada para inducir el sueño, sensaciones de trance y en algunos casos también tratar las alucinaciones.