El presidente de la empresa de "El Miami Herald", Jesús Díaz, renunció a su cargo tras recibir presiones internas y de la comunidad cubana por la controversia causada a raíz del despido de dos periodistas que colaboraban con Radio y TV Martí, financiadas ambos medios por el gobierno de los Estados Unidos con el fin de combatir al régimen cubano.
Los despidos junto con el de una colaboradora independiente originaron una de las mayores revueltas dentro de la empresa McClatchy y en unas semanas se han cancelado 1.800 suscripciones.
Los dos periodistas despedidos de "El Nuevo Herald" han sido readmitidos y, por la forma que se produjo la crisis interna, Díaz anunció hoy su renuncia catorce meses después de haber sido nombrado, según informó hoy el propio periódico.
En tanto, en una carta a los lectores publicada en primera página a los periódicos "El Nuevo Herald" y "The Miami Herald", Díaz reconoció que la empresa había actuado con precipitación.
El ocho de setiembre último, el presidente y director despidió a dos periodistas con el argumento de que recibieron pagos del Gobierno de los Estados Unidos por sus colaboraciones con Radio y TV Martí, algo que para la empresa suponía un conflicto de intereses.
Estos dos medios son financiados por el Gobierno de Estados Unidos y sus programas están dirigidos a Cuba.
En la misma carta publicada hoy, Díaz comunicó la renuncia a su puesto por las repercusiones y críticas recibidas por el despido de los veteranos reporteros de "El Nuevo Herald" Pablo Alfonso y Wilfredo Cancio y de la periodista independiente Olga Connor.
Además indicó que "los sucesos ocurridos han creado un ambiente en el que no me es posible dirigir" los periódicos de una forma beneficiosa para nuestra compañía, nuestros lectores y nuestra comunidad", expresó en el escrito.
"Aunque todavía creo que la aceptación de estos pagos (...) fue un incumplimiento de principios de ética periodística", sostuvo Díaz, a la vez que agregó que "el código ético de la empresa pudo haberse transmitido durante años" de una manera ambigua y aplicado de una manera incongruente.
"La política que prohíbe tal comportamiento pudo haber sido mal interpretada en la redacción de "El Nuevo Herald", indicó Díaz, que ha ocupado el puesto del presidente de la compañía editora del periódico durante 14 meses.
Según trascendió, directivos de McClatchy, la compañía propietaria, indicaron ayer a Díaz que había tomado una decisión equivocada al despedir a los periodistas y que, por consiguiente, debía comunicarles su readmisión. El presidente se mostró en desacuerdo y, según fuentes allegadas al diario, pidió a la compañía que eligiese entre readmitir a los periodistas o su renuncia.
El despido de los periodistas originó una fuerte controversia en la comunidad cubana y entre los propios periodistas. Por un lado, se criticó al "Herald" por desconocer durante años que esos y otros reporteros colaboraban en Radio y TV Martí mientras que por otro, se acusó al periódico de difamar a periodistas independientes que habían colaborado en esos dos medios financiados por el Gobierno de los Estados Unidos.
Los periodistas de Radio y TV Martí, cuyas emisiones van dirigidas a Cuba, expresaron también su malestar y aseguraron que su trabajo está regido por un riguroso código de ética periodística que el "Herald" les había cuestionado.