El memorándum que Irán firmó con la Argentina por el caso AMIA quedará postergado en el Parlamento iraní al menos hasta después de las elecciones presidenciales en ese país. En este momento, la conducción político-religiosa de la república islámica tiene una preocupación más urgente que el trato con la Argentina: definir quiénes serán los candidatos que disputarán la sucesión del presidente Mahmoud Ahmadinejad en los comicios del 14 de junio.
Cuatro de los funcionarios y ex funcionarios iraníes imputados por el atentado de 1994 inscribieron sus precandidaturas, que deberán pasar por el filtro del Consejo de los Guardianes dominado por el ayatolá Alí Jamenei. Dos de ellos tienen chances de representar a importantes sectores políticos: el ex presidente reformista Alí Rafsanjani, y el ex canciller conservador Alí Akbar Velayati, asesor para asuntos internacionales y hombre cercano al ayatolá.
En las últimas semanas, fuentes iraníes habían dejado trascender que el memorándum sería aprobado a fines de abril, luego de que el Parlamento de Irán tratara la cuestión prioritaria del presupuesto nacional. Sin embargo, el proyecto presupuestario se aprobó el 16 de abril y pasó rápidamente a comisión para ser revisado. Casi un mes después, el acuerdo con la Argentina aún no se movió en el pleno del Parlamento ni en su Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior.
Al día siguiente de que la Cámara de Diputados en la Argentina aprobara el acuerdo, a fines de febrero, un funcionario del área legal de la Cancillería iraní, Mosher Dahaban, ya había reconocido que tal vez pudiera “demorarse el trámite” en Irán por las elecciones presidenciales.
Funcionarios de Teherán sugirieron que el memorándum no avanza porque aún no se reunieron los votos suficientes en el Parlamento. Sin embargo, la instancia definitiva será el Consejo de los Guardianes, un órgano integrado por clérigos y juristas que responden a Jamenei y tiene poder de veto sobre las decisiones del Poder Legislativo.
“Cualquier política sensible en Irán debe pasar por el Consejo –explicó a PERFIL el investigador iraní Alex Vatanka, del Middle East Institute–. Aunque la causa AMIA no es más delicada para Jamenei que muchas otras acusaciones internacionales en su contra. Es el régimen en su conjunto el que tiende a demorar la aprobación del memorándum.”
En los próximos días, el Consejo de los Guardianes estará avocado a definir las candidaturas. Se anotaron casi setecientos precandidatos, pero el Consejo vetará a la inmensa mayoría y dejará en carrera a unos pocos. El 21 de mayo se anunciarán los competidores finales, que tendrán apenas tres semanas para realizar su campaña electoral.
Entre los precandidatos cercanos a la ortodoxia religiosa de Jamenei figuran el negociador nuclear Said Jalili y la coalición conocida como “Comité 2+1”, integrada por Velayati y otros dos importantes dirigentes. Es el grupo favorito para quitarle el poder al sector “populista” de Ahmadinejad, enfrentado con el ayatolá.
La gran sorpresa la dio el ex presidente Rafsanjani, quien a los 78 años anunció a último momento que se postulará como representante de la oposición reformista. Pese a que la Justicia argentina emitió una orden de captura contra ambos, Velayati y Rafsanjani no figuran en la lista de buscados de Interpol porque una norma de la institución impide perseguir a altos funcionarios.
En cambio, el alerta roja sí rige para el ex ministro de Inteligencia, Alí Fallahijan, y para el ex comandante de los Guardianes de la Revolución, Mohsen Rezai, otros dos imputados por la voladura de la AMIA que se inscribieron para los comicios de junio.
En ese álgido contexto electoral, el memorándum quedará por ahora cajoneado. A mediados de abril, Héctor Timerman se había esperanzado con que el memorándum se aprobara en Teherán “en un mes y medio”. Según el cálculo del canciller, Irán debería aprobar el proyecto en plena campaña electoral y una semana antes de ir a las urnas.
En septiembre, Cristina de Kirchner asistirá a la Asamblea General de la ONU, un espacio en el que los Kirchner siempre hicieron mención a la causa AMIA. Si para ese entonces Irán no aprobó el memorándum, la mandataria no podrá dejarlo pasar.
