Apenas se cumplió un mes de su reinado, y el rey Felipe VI de España ya está en la mira: se asegura que estuvo al tanto de los negocios fraudulentos de su hermana, la infanta Cristina, y de su cuñado, Iñaki Urdangarin, ambos imputados en el caso de corrupción y lavado de dinero que ha sacudido a la monarquía española. El exsocio de Urdangarín entregó al juez que investiga el “caso Nóos” una serie de correos electrónicos en los que trata de probar que el flamante rey español conoció las actividades de su cuñado. Con esto, Torres busca reforzar su argumento de que las actividades fraudulentas del “Instituto Nóos” eran objeto de un “exquisito y escrupuloso seguimiento” por parte de la Casa Real.
Se cree que estos e-mails contienen información sobre la relación de confianza que había entre el entonces príncipe de Asturias y su esposa, y que fue Urdangarin quien organizó la fiesta de despedida de soltero de Felipe en 2004, a través de “Nóos”. Quien acusa es Diego Torres, actualmente uno de los imputados por el juez José Castro en el caso que investiga judicialmente al “Instituto Nóos”, una supuesta ONG que Urdangarín utilizó entre 2003 y 2006 para desviar unos seis millones de euros de fondos públicos. El letrado de Torres y su esposa sostiene que la infanta y su marido gozan de una “posición de privilegio absoluto” respecto a sus representados.
En los mensajes queda en evidencia, según la defensa de Torres, que “la relación entre cuñados era fluida”, que el esposo de la infanta informaba de sus actividades a los miembros de la Familia Real, entre ellos el rey Juan Carlos y el príncipe Felipe. Además, se desprende que Iñaki Urdangarin se relacionaba con los amigos íntimos de Felipe y que incluso pedía ayuda a su suegro, el rey Juan Carlos, para algunos de sus proyectos. La defensa de Torres se pregunta, de forma retórica: “¿Quien tenía las relaciones con Telefónica, La Caixa, Iberdrola, BBVA, Abertis y Repsol? ¿El jugador de balonmano (handball)? ¿Quién hacía relaciones públicas para abrir puertas y conseguir contratos para el Instituto Nóos? Cualquier párvulo (escolar) se daría cuenta de que todo procedía de la intermediación de la esposa de Iñaki Urdangarin”.
En otro de los correos entregados al juez se incluye la carta que Iñaki Urdangarin remitió a su familia, a los miembros de la familia real, a amigos y empresarios en los que les comunicaba el nacimiento del Instituto Nóos al que en ningún momento se refiere como una entidad sin ánimo de lucro. El cuñado del rey Felipe escribía textualmente que se trataba de “una nueva empresa que nace fruto de la unión de los equipos de trabajo existentes de Diego Torres e Iñaki Urdangarin”. En algunos e-mails del año 2004, destinados al rey Juan Carlos en 2004, el yerno real le pide que haga “gestiones” para contactar con personalidades del mundo del deporte como Jacques Rogge -entonces presidente del Comité Olímpico- o Joseph Blatter -presidente de la FIFA-.
Otro de los correos aportados está dirigido por Urdangarin a la infanta Cristina y alude a una factura de la lujosa firma Loewe (aparentemente por la compra de un regalo para el príncipe) pagada con una tarjeta de crédito ligada a “Aizoon”, sociedad cofundada por Cristina con dinero proveniente de arcas públicas. “Este es el extracto de visa que tanto nos sorprendía. Como ves, la factura de Loewe Hermanos suma un buen pico. Ahí se incluía el regalo de Felipe”, escribe Urdargarín, en referencia a un gasto de 725 euros efectuado el 15 de febrero de 2003. Con todo ello, la defensa de Torres busca aportar más pruebas de que la hermana del rey de España “usaba con gran dedicación y frenesí” los fondos de la empresa que compartía con su esposo.
(*) Especial para Perfil.com.