Nacido en el partido bonaerense de San Martín en 1948, Pedro Opeka es miembro de la Congregación de San Vicente de Paul. En 1970, cuando tenía 22 años, viajó por primera vez a Madagascar, la isla ubicada en el Océano Indico, una de las naciones con mayor vulnerabilidad social.
Fue propuesto en distintas oportunidades por Eslovenia, el Principado de Mónaco y Francia como candidato al Premio Nobel de la Paz.
Por su obra es conocido popularmente como "la Madre Teresa con pantalones" y "el Albañil de Dios".
Ordenado sacerdote en la Basílica de Luján en 1975, un año después se hizo cargo de la Misión de Vagaindrano, al sur de Madagascar, donde formó a jóvenes sumidos en la miseria y les enseñó a construir viviendas gracias a sus conocimientos de albañilería, el oficio de su padre.
Con la colaboración de un grupo de estudiantes universitarios, en 1990 fundó la reconocida Asociación Humanitaria Akamasoa ("Los buenos amigos"), a través de la cual logró tierras fiscales y ayuda económica para adquirir materiales, herramientas, comida y semillas.
En la actualidad más de 20 mil malgaches tienen su propia casa en los cinco pueblos que levantó la Asociación, cuyo lema principal es "todos tienen que trabajar para cambiar la realidad".
Nobel de la Paz: un cura argentino es candidato a quedarse con el premio
Akamasoa también ofrece empleo para la explotación de canteras y la fabricación de muebles y artesanías, provee escuelas para los chicos y dispensarios de salud.
Pedro Opeka fue compañero de estudios de Jorge Bergoglio
El cura argentino fue compañero en sus estudios de teología de Jorge Bergoglio, a quien reencontró ya convertido en el Papa Francisco, cuando éste visitó la isla en 2019.
En una entrevista con Página/12 en 2003, contó que su obra se sostiene en "redes de amigos que juntan donaciones" desde Francia y México. señaló que también se recibe ayuda de España y Eslovenia. Hasta ese momento, la ayuda no venía de la Argentina, aunque contó que hubo un intento de familiares para armar una red local que se ahogó en medio de las profundidades del corralito bancario de fines de los '90.
"Yo al principio no estaba muy entusiasmado cuando los periodistas venían a ver mi obra. Una vez vinieron de Paris Match y yo dije, uh, Paris Match. Pero unos amigos de Médicos sin Frontera que me ayudaban me decían, tenés que contar por todos lados lo que estás haciendo", expresó a dicho diario.
Al contar como fueron sus comienzos para integrarse con la población humilde de Magadascar, recordó una anécdota futbolera: "Me metí a jugar al fútbol con la gente. Eso los sorprendió muchísimo. ¿Qué hacía un blanco jugando con un negro?, se preguntaban. Ahí nació una nueva imagen: corriendo estábamos de igual a igual, con las mismas chances. Y hasta me convertí en goleador del equipo".
Reconocimientos argentinos a Pedro Opeka
En 2018 visitó Argentina, momento en el que Opaka presentó su último libro "Rebelarse por amor" y celebró misas en parroquias de la Ciudad de Buenos Aires y del conurbano bonaerense, a la vez que visitó Santa Fe, Mar del Plata y Miramar.
Además, recibió entonces distinciones en el Senado de la Nación, la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina (UCA), la Universidad del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (CEMA) y la Embajada de Uruguay, entre otros reconocimientos a su labor.