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Renzi tiene la receta para salvar la UE, mientras Cameron amenaza con dejarla

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afp /ansa desde Berlín

El primer ministro británico, David Cameron, amenazó a sus socios con sacar a Londres de la Unión Europea si el luxemburgués Jean-Claude Juncker se convierte en el presidente de la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la UE. La versión fue lanzada por el semanario alemán Der Spiegel, que ayer adelantó partes de su próxima edición, que aparecerá el lunes.

La elección de Juncker “desestabilizaría a tal punto a mi gobierno que me vería obligado a convocar a un referéndum sobre la salida de la UE”, le dijo Cameron a la alemana Angela Merkel en la última cumbre de la UE, el martes pasado, según la versión de la revista. “Una figura de los años 80 no puede resolver los problemas en los próximos años”, explicó.

Un portavoz de Downing Street no quiso comentar la información ni la postura del gobierno británico respecto a Juncker. “No hacemos comentarios sobre los posibles candidatos en estos momentos, es demasiado pronto”.

En la campaña para las elecciones europeas, Juncker fue el candidato del Partido Popular Europeo (PPE), que reúne a formaciones de centro derecha de la mayoría de los países que integran la UE, aunque el partido Conservador británico de Cameron no forma parte de él. La hostilidad de Londres en su contra es conocida y otras capitales, como La Haya, Estocolmo o incluso Helsinki, también son reticentes. Después de unos días de dudas, Merkel brindó su apoyo al antiguo presidente del Eurogrupo.

Consejos de Renzi. Por su parte, el italiano Matteo Renzi, uno de los pocos líderes de izquierda que soportaron el vendaval de los euroescépticos en los comicios del domingo pasado, advirtió que “si queremos salvar a Europa, tenemos que cambiar a Europa”. Renzi, cuyo Partido Democrático fue el más votado de toda la UE, invitó a sus colegas a “volver a apasionar a las personas sobre la cosa pública” y a plantearse “grandes objetivos concretos”, como la cuestión energética. “Europa tiene que tener la posibilidad de tener su propia política energética, a condición de que empiece a hacer equipos, redes, a poner en red la infraestructura”. La receta, entonces, sería combinar “ilusión, sueños y, a la vez, proyectos muy concretos”. En Italia, el euroescepticismo lo encarna el ex cómico Beppe Grillo, que sin embargo obtuvo un resultado muy por debajo de las expectativas con su Movimiento Cinco Estrellas. “Si nosotros hacemos las reformas que nos proponemos, y somos creíbles, el Movimiento Cinco Estrellas ya no tendrá futuro”, concluyó Renzi.