A siete días de las elecciones generales, nadie sabe en España quién será el próximo presidente. El actual mandatario, Pedro Sánchez, lidera las encuestas, que, sin embargo, auguran que no llegará a una mayoría parlamentaria absoluta que le permita gobernar en soledad. Los sondeos adelantan al menos tres escenarios: una coalición del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Unidas Podemos y los independentistas catalanes y vascos; una coalición de “las tres derechas”, que incluya al Partido Popular (PP), Ciudadanos y Vox; o la imposibilidad de formar gobierno y la convocatoria de nuevas elecciones.
“No habrá números suficientes para que nadie pueda gobernar en solitario. Tiene que haber pactos de las maneras que sean combinables para gobernar. Está todo muy abierto”, explicó a PERFIL Paloma Román Marugán, directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad Complutense.
Con esa certeza, el líder socialista encabezó ayer un mitin en Alicante, donde llamó a sus militantes a no “relajarse” y “apretar el ritmo” en la recta final de la campaña. Sánchez necesita que su agrupación sume el mayor número de bancas posibles en el Parlamento, para tener más chances de liderar una coalición de gobierno con otras fuerzas. Según la última encuesta de Eldiario.es, oscilaría entre 115 y 118 escaños, lejos de los 176 de la mayoría absoluta. Su apuesta apunta a captar votos de la izquierda y del centro, para negociar en condición de fortaleza con Unidas Podemos, que tendría alrededor de 38 bancas. Para movilizar a ese electorado, Sánchez agita el miedo a que la extrema derecha llegue al poder. “La única manera de que estas tres derechas no sumen es la opción que representa este partido. Quien quiera vencer al bloque de la involución, la única opción política que tiene es la del Partido Socialista”, aseveró el presidente.
“La estrategia de campaña de Sánchez ha sido mantener un tono bajo, para que pasara el tiempo lo antes posible, porque las encuestas le dan unos buenos resultados. También dentro de esa estrategia no singularizó a ningún líder de la oposición, especialmente a Casado, del PP, con quien no quiso hacer un debate a dos”, agregó Marugán.
Justamente Casado disparó ayer munición gruesa contra el socialista, a quien cuestionó por los viajes que hizo en sus casi diez meses en el poder. “El lleva en modo avión toda la Legislatura. Le importa un bledo España, solo quiere los oropeles del poder”, afirmó. El joven dirigente popular se quedó con la secretaría general del partido tras la salida de Mariano Rajoy de la presidencia, con un discurso radical con guiños a la extrema derecha de Vox. Entre ellos, propuso recentralizar el Estado y quitar competencias a las autonomías, en reacción al procés catalán. Casado acusó a Sánchez de ser “el aliado de terroristas y golpistas” y de “liquidar” la nación. Aunque su partido caería de 137 diputados a menos de la centena, tiene chances de llegar al Palacio de la Moncloa si logra una coalición con Ciudadanos y Vox que alcance la mayoría absoluta parlamentaria.
‘Procés’. Si PSOE y Podemos no alcanzan los 176 escaños, necesitarán el apoyo de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC); de Junts per Catalunya, del ex president catalán Carles Puigdemont; y del Partido Nacionalista Vasco (PNV). En paralelo a la campaña presidencial, el Tribunal Supremo de Justicia enjuicia a los líderes del procés. En un mensaje desde la prisión, Oriol Junqueras, candidato a presidente de ERC, hizo un guiño a Sánchez, al sostener que “no facilitará un gobierno de extrema derecha ni por acción ni por omisión”.
“El caso de Cataluña lleva siendo el tema estrella durante bastante tiempo. A raíz del independentismo catalán ahora hay otro tema que ha saltado al debate, que es el ascenso de la extrema derecha –afirmó Marugán–. El voto a Vox es un voto de descontento, más emocional que racional. Tiene que ver con el independentismo, pero también hay algunas personas que antes votaban al PP y opinan que ese partido fue blando con el independentismo”.
Además del PSOE, el PP y Vox, compiten Unidas Podemos, formación de izquierda liderada por Pablo Iglesias, y Ciudadanos, la fuerza de centroderecha de Albert Rivera.