En tan sólo 17 minutos se agotaron ayer las tres mil invitaciones para asistir al funeral en el zoológico privado del cazador de cocodrilos, el australiano Steve Irwin, muerto la semana pasada por la picadura de una raya de aguijón cuando buceaba.
Admiradores de Irwin pasaron la noche en el Australia Zoo, en Sunshine Coast, y en otros puntos de distribución de entradas para rendir homenaje al cazador, en la ceremonia que se desarrollará el miércoles en ese complejo.
La viuda de Irwin, Terri, anunció en un comunicado hecho público esta semana que el funeral será emitido en directo por la televisión en Australia, Estados Unidos y Asia.
El público que asista a la ceremonia tendrá que hacer una donación a la organización para la naturaleza Wildlife Warriors, fundada por Irwin.
Sospechosamente, durante la semana aparecieron 10 mantarrayas con la cola mutilada en las costas de Australia, en aparente venganza por la muerte del Cazador de cocodrilos, lo que generó alerta entre las autoridades del país, quienes informaron que el caso será investigado.