A cinco días del terremoto que sacudió al centro de Italia, el fiscal jefe de L'Aquila anunció hoy el inicio de una investigación por "desastre culposo", por presuntas violaciones de las normas de construcción. De esta manera se analizará si los posibles errores arquitectónicos contribuyeron a la magnitud del desastre, que dejó casi 300 muertos.
Según informaron distintos medios italianos, ingenieros y geólogos creen que los edificios construidos según las normas de seguridad sísmica no deberían haberse derrumbado en un terremoto de intensidad 6,3. Esto estimula la posibilidad de que las normas de construcción no fueron respetadas o que en algunos casos fueron utilizados materiales de ínfima calidad
Mientras tanto el fiscal de L'Aquila, Alfredo Rossini, dijo que inició una investigación por presunta responsabilidades penales en los colapsos. "Tenemos el deber de verificar si algunos edificios fueron realmente construidos con arena, como indicaron varias fuentes, o en otros casos sin acero", agregó.