Los últimos siete rehenes surcoreanos que permanecían en manos de los talibanes en Afganistán fueron liberados hoy, confirmó el gobernador de la provincia sureña de Ghazni.
"Todos fueron liberados y el drama ya terminó", afirmó Mehrayuddin Patan. Los rebeldes ya habían liberado el miércoles a 12 de los 19 surcoreanos que tenían en su poder. Un portavoz de la oficina presidencial en Seúl, por su parte, anunció que el fin de semana el gobierno trasladará a los surcoreanos de regreso a su país a través de Dubai.
El último grupo de rehenes liberados llevaba una carta en la que los talibán se dirigen a la sociedad surcoreana en estos términos: "Su gobierno apoyó en la práctica la guerra estadounidense y envió a 200 soldados para matar a nuestro pueblo".
Aun así, los insurgentes juzgan más peligrosa la tarea de misioneros cristianos que instaron a los afganos a llevar a cabo una conversión prohibida por el Islam: "Nuestro pueblo está preparado para sacrificarlo todo en pos de mantener su religión", aseguran los rebeldes, que atribuyen el asesinato de dos de los rehenes a la "intransigencia" de Estados Unidos y a la "desidia" del gobierno afgano de Hamid Karzai.
El pasado 19 de julio, los insurgentes secuestraron a 23 miembros de un grupo de cooperantes surcoreanos, y a cambio de su liberación pidieron la excarcelación de insurgentes talibán. Días más tarde, los captores ejecutaron a dos hombres y luego liberaron a dos mujeres por su estado de salud.
El martes, el gobierno en Seúl confirmó haber acordado con los rebeldes la liberación de los 19 misioneros que seguían en cautiverio a cambio de retirar antes de fin de año los cerca de 200 soldados que Corea del Sur tiene desplegados en Afganistán y a suspender antes del próximo sábado 1 de septiembre todas las misiones de cooperantes cristianos surcoreanos en el país.
El ministro de Exteriores afgano, Rangin Dadfar Spanta, calificó de "importancia más bien simbólica" la presencia del contingente surcoreano en el país, y aseguró que su retirada ya había sido pactada con el gobierno en Seúl antes de la crisis de los rehenes.
Entre tanto, un líder de alto rango de la milicia radical talibán fue abatido en un ataque aéreo llevado a cabo esta mañana en el sur del país, informó hoy el Ministerio de Defensa en Kabul.
"Entre varios rebeldes muertos se encontraba el mulá Brodar", anunció el ministerio en un breve comunicado. El incidente se produjo cuando soldados afganos repelieron un ataque de rebeldes en la provincia de Helmand. Tropas internacionales brindaron apoyo aéreo y bombardearon la zona, lo que produjo varias bajas entre los insurgentes.
De confirmarse la noticia, se trataría del peor revés sufrido por los talibanes desde mayo, cuando fue abatido el jefe militar de los milicianos, el mulá Dadullah.
Brodar tuvo un papel destacado en el gobierno talibán y en la resistencia armada que practica la milicia desde el derrocamiento del régimen a fines de 2001, indicó Wahid Musada, analista político y ex funcionario del Ministerio de Exteriores del gobierno talibán.
Fuente: DPA