El temor a que “la Intifada de los cuchillos” se convierta en un choque religioso está latente en Jerusalén. El miedo apunta a que el conflicto palestino israelí, de raíz nacionalista y territorial, se convierta en un enfrentamiento por los lugares sagrados para musulmanes y judíos. Las denuncias de Hamas y de Al Fatah de un supuesto plan israelí para cambiar el statu quo en la Explanada de las Mezquitas (Monte del Templo), la quema de la Tumba de José y las advertencias del gobierno israelí sobre el peligro de “una guerra religiosa” encendieron las alarmas de la comunidad internacional. Si esto sucediese, Medio Oriente estaría ante la peor de las Intifadas posibles.
“Los fundamentalistas islámicos están tratando de transformar el conflicto palestino israelí en uno de índole religiosa. Sin embargo, hay que tener en cuenta que ese componente estuvo siempre presente y que, por otro lado, el aspecto nacionalista sigue primando”, explicó a PERFIL Raanan Rein, historiador y vicepresidente de la Universidad de Tel Aviv. Quien se expresó en el mismo sentido fue el presidente de Israel, Reuvén Rivlin, quien declaró que “el Monte del Templo es mantenido como rehén por gente que quiere una guerra religiosa”. “No podemos permitir esto. Israel no tiene una guerra con el Islam”, completó en un comunicado.
La ONU llamó a proteger los lugares sagrados para ambas religiones, al tiempo que condenó a los “extremistas que persiguen una agenda política que trata de transformar un conflicto nacional en uno religioso. La Unesco, en tanto, aprobó una resolución de condena a la gestión del gobierno israelí en la Explanada de las Mezquitas, lo que provocó el rechazo de la Cancillería de ese país. “Si estallase una tercera Intifada, tendría sus propias características, distintas a las dos anteriores. Como cualquier otro ciclo de violencia, seguramente forzaría a volver a la mesa de negociación”, dijo Rein.
Errático. Netanyahu trató, sin éxito, desviar la atención internacional hacia el programa nuclear iraní y se esperanzó en que la guerra civil siria desplazara la cuestión palestina de la agenda. Ese no fue el único paso en falso del premier. En una polémica declaración que fue repudiada por la oposición israelí y por autoridades palestinas, sostuvo que el Holocausto fue sugerido a Adolf Hitler por el muftí de Jerusalén, el palestino Haj Amín al Huseini