Finalmente, el peor fantasma de Michel Temer comenzó a materializarse. Un magistrado de la Corte Suprema autorizó el viernes por la noche la apertura de investigaciones preliminares sobre denuncias que involucran al presidente de Brasil en el escándalo de Petrobras. El magistrado, Teori Zavascki, dio luz verde al inicio de pesquisas contra varios dirigentes políticos, basadas en declaraciones de Sergio Machado, un ex presidente de Transpetro (la filial de la petrolera para el transporte de hidrocarburos), en el marco de un acuerdo de “delación premiada”.
La investigación sobre Temer se centra en un presunto pedido de 700 mil dólares en 2012 a Transpetro, para financiar la campaña de uno de sus delfines políticos a la alcaldía de San Pablo. Según declaró ante la Justicia, Machado habría desviado a las arcas del PMDB un soborno pagado por la empresa Queiroz Galvao.
Zavascki, relator del Lava Jato en el Supremo Tribunal Federal (STF), dividió las denuncias del “delator premiado” en varios expedientes, que apuntan a prominentes políticos tanto del PMDB de Temer y del PSDB (aliado del actual gobierno) como del Partido de los Trabajadores (PT), de la destituida mandataria Dilma Rousseff y de su mentor Luiz Inácio Lula da Silva.
Machado es el “hombre bomba” que puede detonar las ambiciones del PMDB. Grabó en secreto a sus correligionarios, entre ellos el ex presidente José Sarney, el senador y ex ministro Romero Jucá y el titular del Senado, Renán Calheiros.
Ahora el fiscal general de la República, Rodrigo Janot, debe decidir si abre una investigación formal sobre el mandatario. En otros expedientes se investiga una presunta tentativa de “acuerdo” entre políticos para trabar el avance del Lava Jato, lanzado por el juez de primera instancia Sergio Moro; una presunta donación en 2012 de 20 millones de dólares del gigante de la alimentación JBS al PMDB; y un supuesto traspaso de recursos a Aécio Neves, ex candidato presidencial del PSDB, para apoyar su postulación a la jefatura de la Cámara de Diputados en 1998.
Amnistía. La decisión judicial que pone en aprietos a Temer llegó cuatro días después de que el Congreso intentara poner “un punto final” a la investigación del Petrolão. La Cámara de Diputados propuso el lunes por la noche la votación de una amnistía para todos los involucrados en la “caja dos” del Lava Jato. Tras un acuerdo del PT, PSDB y el PMDB, entre otros partidos, se presentó un proyecto de ley para librar de responsabilidad legal y política a los involucrados en el financiamiento ilegal de las campañas. Pero la propuesta fue quitada del orden del día tras duras críticas de los legisladores de izquierda de Rede y del PSol.
Esa amnistía buscaba frenar las investigaciones y blindar tanto al nuevo gobierno como a Lula y otros dirigentes del PT. “Temer dijo desde Nueva York que no creía que el proyecto fuera bueno. Pero se percibe que sectores del PMDB defendían la iniciativa, entre ellos el ministro Geddel Vieira Lima. En relación con el PT, no hubo un pronunciamiento oficial, pero la amnistía hubiera sido bien recibida por los miembros del partido investigados por el uso de la Caja 2 en las últimas campañas electorales”, afirmó a PERFIL Ricardo Ismael, profesor de la Pontifícia Universidad Católica de Río de Janeiro.
Escándalo. La investigación del Lava Jato puso al descubierto una gigantesca red de sobornos pagados por constructoras a políticos y partidos para ganar millonarias licitaciones de Petrobras.