ANSA/AFP/DPA desde Nairobi
Al menos 39 personas murieron y 150 resultaron heridas ayer al mediodía en un ataque cometido por un comando terrorista en un shopping de Nairobi, Kenia. Un grupo de hombres encapuchados y armados con fusiles de asalto y granadas desató una masacre en el lujoso centro comercial Westgate Mall. La milicia islamista somalí Al Shabab reivindicó el ataque y afirmó que fue una represalia por la presencia de militares keniatas en la misión de la ONU en Somalia.
Ayer por la noche, el último balance oficial informaba sobre 39 muertos, aunque Al Shabab aseguraba en su cuenta de Twitter que las víctimas eran “más de cien”. Esa cifra no fue confirmada por fuentes confiables. El gobierno keniata admitió que se trató de un ataque terrorista. La policía de Kenia abatió a uno de los atacantes en un hospital, pero al cierre de esta edición otros de los terroristas seguían atrincherados dentro del shopping.
El Ejército asumió las operaciones en el lugar ante la versión de que los atacantes tenían aún en su poder una cantidad indeterminada de rehenes. Según reportes de prensa, las fuerzas de seguridad luchaban tienda por tienda contra los milicianos refugiados en el lugar, mientras helicópteros militares sobrevolaban la zona.
El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, apareció ayer a última hora en cadena nacional para dar el último balance de víctimas, aunque se temía que el número fuera en aumento. “Yo mismo he perdido a miembros de mi familia en el ataque”, aseguró el mandatario en un discurso dirigido a la nación. El vicepresidente Kalonzo Musyoka pidió “calma” a la población y prometió que “se ganará la guerra contra el terrorismo”.
El centro comercial Westgate Mall es uno de los más exclusivos de la capital keniata y suelen frecuentarlo ciudadanos ricos y extranjeros. De hecho, entre los heridos figuraban varias personas de origen estadounidense, según informó el Departamento de Estado. Al principio, los clientes creyeron que se trataba de un robo, pero testigos aseguraron que los atacantes proferían amenazas en árabe y describieron la escena como una “carnicería” con cadáveres regados por el piso.
“Al Shabab confirma que está detrás del espectáculo de Westgate”, señaló la organización somalí en Twitter. El grupo dice haber actuado en represalia por la presencia de las Fuerzas Armadas de Kenia en Somalia, en el marco de la misión de la ONU de apoyo al gobierno somalí contra las milicias radicales islámicas como Al Shabab.
“Los muyahidín (guerrilleros islámicos) entraron en el centro comercial de Westgate hoy alrededor del mediodía y siguen dentro del centro comercial, luchando contra el ‘kuffar’ (infiel) keniata en su propio terreno”, rezaba otro de los mensajes de la milicia. “Desde nuestro último contacto, los muyahidín dentro del centro comercial han confirmado que mataron a más de cien ‘kuffars’ keniatas, y la batalla continúa”, agregaron los terroristas en la red social.
“Las fuerzas de Kenia actúan en Somalia y esto tiene consecuencias. Se avecinan días negros”, añadió Al Shabab. La milicia integrista también amenazó con nuevas acciones al afirmar que “ayer fue una embajada, hoy fue un centro comercial y mañana ¿tal vez un estadio de fútbol lleno?”.
Antes de asumir oficialmente la acción terrorista, Al Shabab había escrito en otra cuenta de Twitter: “¿Recuerdan Bombay? Va a ser una larga odisea”. Era una alusión a los ataques en la ciudad portuaria india en 2010, en los que murieron 166 personas luego de cruentas tomas de rehenes en hoteles de lujo, en una estación de ferrocarril y en un centro cultural judío.
“Mogadiscio y Nairobi están teniendo su momento Bombay”, continuó el grupo, recordando otra vez los ataques atribuidos a un comando terrorista paquistaní. Momentos antes de la publicación de ese mensaje, otro atentado con granadas había provocado decenas de heridos en la capital somalí.
La numerosa comunidad extranjera en Nairobi, considerada la capital de Africa Oriental y donde la ONU y muchas empresas tienen sus oficinas centrales para el continente, utiliza centros comerciales como el de Westgate como lugares de recreo y reunión. Lleno de gente que sale a hacer compras o a almorzar los sábados, el shopping suele ser citado como posible objetivo de grupos terroristas.
Los testimonios de los sobrevivientes eran desgarradores. Testigos relataron que los atacantes les disparaban a aquellas personas que no sabían responder en árabe. “Cuando sean árabes los perdonaremos”, repetían los tiradores, según contaron personas que lograron escapar.
El de ayer fue el atentado más sangriento en Kenia desde el ataque suicida de Al Qaeda de 1998 a la embajada estadounidense.