INTERNACIONAL
cambio de mando

Vázquez asume hoy bajo la sombra de Mujica en Uruguay

La fría relación entre ambos se resintió por la designación del nuevo gabinete. El Pepe puede condicionar a su sucesor desde el Senado.

Mujica y Tabaré. Hoy el Pepe entrega el poder.
| Cedoc

A partir de hoy, Tabaré Vázquez volverá a hacer lo que más le gusta: gobernar. Cinco años después del día en que le cedió la banda presidencial a José Mujica, ahora será el Pepe quien le devolverá el cetro al ex mandatario.

Al oncólogo de 75 años lo espera un escenario muy diferente al “terreno virgen” que halló al debutar en la presidencia en 2005, cuando se convirtió en el primer jefe de Estado de centroizquierda en la historia de Uruguay. Entre aquella gestión y la que comienza ahora, Mujica gobernó por un lustro. Tiempo suficiente para haberse convertido en una estrella política a la que Vázquez no podrá ignorar, y con la que de hecho deberá aprender a cogobernar.

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Contrastes. Los contrastes de estilo y formas entre ambos son públicos y notorios. Quienes los conocen en la intimidad del gobierno también señalan sus diferentes modos de ejercer el poder: Vázquez, vertical y solitario en la toma de decisiones; Mujica, con una impronta más asamblearia, por momentos caótica. Sus historias de vida y militancia tampoco tienen mucho en común: Tabaré se incorporó al Partido Socialista cuando la dictadura uruguaya llegaba a su fin; Mujica fue pionero de la guerrilla Tupamaros y adhirió a la opción por las armas para combatir el régimen militar.

Sus diferencias no terminan ahí. Son las principales figuras del Frente Amplio pero representan a sectores opuestos dentro de la coalición oficialista, y su trato personal siempre fue frío y distante. La relación se sintió en los últimos meses luego de que Vázquez designara a los miembros de su futuro gabinete sin consultar a Mujica. De los hombres fuertes del mujiquismo, el presidente electo sólo mantuvo en el cargo al ministro del Interior, Eduardo Bonomi, pero puso a su hermano como número dos de la cartera que se ocupa de la seguridad, un tema prioritario para los uruguayos.

Desde el Movimiento de Participación Popular al que pertenece Mujica hubo críticas públicas a ciertas designaciones. En respuesta, el MPP salió a disputarle fuerte al vazquismo las candidaturas del oficialismo para las elecciones municipales de mayo. La esposa del Pepe, la senadora Lucía Topolansky, es precandidata para la intendencia de Montevideo.

¿Sin problemas? “A Pepe le pertenecen la mitad de los votos del nuevo gobierno y si gana cinco o seis intendencias va a tener con qué disputarle el liderazgo a Tabaré y va a tener mucho peso en las decisiones”, dijo a PERFIL un funcionario muy cercano a Mujica.

Consultado acerca de si el vínculo entre ambos es asimilable al que podrían tener Cristina Kirchner y Daniel Scioli si el gobernador bonaerense ganara la presidencia en la Argentina, el funcionario uruguayo subrayó que “la diferencia es que Pepe no arrastra problemas con la Justicia, no arranca con esa dificultad frente a Tabaré”.

En opinión de Eduardo Bottinelli, director de la consultora uruguaya Factum, no hay dudas de que existirá una disputa por el liderazgo entre ambos. “Mujica será el líder de la mayoría de la bancada del Frente Amplio en el Senado, de forma que Vazquez necesitará su apoyo sí o sí para aprobar leyes –señaló el sociólogo y analista político–. Tabaré tiene un liderazgo muy vertical, pero Mujica no le va a regalar nada y va a hacer pesar los votos que le pertenecen”.

Diferencias. Vázquez también heredará proyectos y medidas de Mujica con las que no está de acuerdo.

Algunas deberá soportarlas: dar marcha atrás con la despenalización del aborto, por ejemplo, implicaría entrar en un engorroso trámite parlamentario del que no tendría mucho rédito para sacar. Otras, en cambio, serán frenadas o moderadas. “Queda pendiente la reglamentación de la legalización de la marihuana, y ahí sí que habrá cambios importantes respecto de lo que prometía a priori el proyecto de Mujica –indicó Bottinelli–. Se mantendrán los puntos del autocultivo y los clubes de cannabis, pero es muy probable que no se avance en el cultivo y la comercialización en manos del Estado”.

Pese a todas sus diferencias, sin embargo, Vázquez y Mujica son igualmente frenteamplistas. Bien lo sabe la oposición uruguaya: el tándem Tabaré-Pepe va camino hacia los quince años consecutivos de gobierno.