Cochabamba - Al menos dos muertos y un centenar de heridos dejó el choque registrado en el central departamento boliviano de Cochabamba entre opositores y partidarios del gobernador Manfred Reyes Villa, enfrentado al gobierno del presidente Evo Morales, quien le pide su renuncia por su postura en favor de las autonomías.
La policía de Cochabamba, tercera ciudad del país y capital del departamento del mismo nombre, reportó la muerte de al menos una persona en un enfrentamiento que se produjo entre cocaleros afines a Morales y jóvenes que apoyan al gobernador. En el mismo enfrentamiento hubo decenas de heridos y contusos.
La violencia estalló en la céntrica Plaza de las Banderas donde grupos de jóvenes afines al gobernador cuestionado desbordaron el control policial y con bates, palos y piedras encararon a los cocaleros que apoyan al presidente Evo Morales que se encontraban en el extremo opuesto del sitio.
Los beligerantes se trenzaron en la Plaza y las escaramuzas se extendieron a un céntrico paseo de El Prado, donde también se registraron heridos de diversa consideración.
Uno de los fallecidos por un balazo es el cocalero Nicómedes Gutiérrez, de 42 años, y otro el joven de 20 años Cristian Urrestia, que murió ahorcado y quien al parecer formaba parte del grupo de los ciudadanos que defendía al prefecto Reyes Villa, cuya renuncia piden los sindicatos.
En un principio los cocaleros retrocedieron algunas cuadras y, tras recibir refuerzos, contrarrestaron el ataque en medio de una lluvia de piedras y la observación de los uniformados que apenas atinaron a disparar bombardas de gas lacrimógeno.
El choque se produjo en medio de una situación de parálisis motivada por un enfrentamiento político entre el presidente Morales y el gobernador Reyes Villa, quien planteó un referendo para que su departamento tenga un estatuto autonómico.
La ciudad, de medio millón de habitantes, se encuentra paralizada desde el lunes por miles de cocaleros que el lunes incendiaron parcialmente la sede de la Gobernación y que han tomado sus calles. Además de ellos, una organización civil que apoya al dirigente organizó un paro, mientras que otro grupo de cocaleros cortó en 14 puntos las rutas que unen a la ciudad con el resto del país.
El corte de rutas iniciado el martes por cocaleros pro-Morales comenzó a disparar los precios de los alimentos. Asimismo, los bloqueos de caminos han provocado que miles de personas estén varadas en terminales de embarque, lo que obligó a la Fuerza Aérea de Bolivia a habilitar "puentes aéreos".
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, fracasó en su intento de establecer un canal de diálogo entre los manifestantes y Reyes Villa, quien viajó a La Paz para reunirse con sus homólogos de otros departamentos y analizar la situación.
Quintana deploró que su interlocutor provincial se haya trasladado a La Paz y negó que su gobierno esté promoviendo la destitución del gobernador: "vamos a apoyar a autoridades elegidas democráticamente por el pueblo", dijo el ministro. A su turno, Reyes Villa acusó al Ejecutivo de promover e incitar las movilizaciones en su contra, trasladando a campesinos desde las provincias a la ciudad.
Tras denunciar el "terrorismo de Estado" que ejercería el Poder Ejecutivo, la oposición al gobierno de Morales comenzó a articularse, a la cabeza de seis de los nueve gobernadores, que se reunirán en las próximas horas en La Paz para asumir una posición política sobre los incidentes de Cochabamba.
La crisis se inició con la propuesta del gobernador Reyes Villa de llamar a un referendo para determinar si su departamento quiere un régimen autonómico como el que ya votaron en un referendo el pasado 2 de julio los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, todos opositores al gobierno de Morales.
En ese mismo referendo Cochabamba, al igual que otras cuatro provincias andinas, votó por el 'No' pero ahora Reyes Villa considera necesario hacer una nueva consulta.
Cochabamba es considerada una región estratégica: fue allí donde surgió el presidente Evo Morales y es vital en el equilibrio de fuerzas en la fuerte pugna entre la oposición regional y el gobierno.
