Los trabajadores de Poligráfica del Plata S.A., propiedad de los empresarios del Grupo Veintitrés, Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, reclaman dos meses y medio de atraso salarial y un aguinaldo del que viven 60 familias, en pleno proceso de lucha en defensa de sus puestos de trabajo.
Con el antecedente de la quiebra del Banco Patricios, los trabajadores desconfían de la buena voluntad de Szpolki y denunciaron una estafa contra su continuidad laboral. El delegado de Poligráfica, Roly Pugliese, explicó que los primeros “ruidos”de vaciamiento se sintieron cuando comenzaron a llevarse revistas con la excusa de que “el cliente las retiraba”.
“En ese momento teníamos dudas”, porque “la empresa seguía manteniendo los sueldos” y “cuando reclamábamos, nos decían que no había nada que reclamar”, porque según los empresarios, de acuerdo al relato de Pugliese, “continuaban con el pago de haberes”.
La situación se agravó después. “Íbamos a la gráfica y de las ocho horas, trabajábamos una sola o no trabajábamos directamente”, aunque “la empresa seguía manteniendo los sueldos. Nosotros sabíamos que eso se iba a caer”, denunció el dirigente gremial a la agencia Paco Urondo.
En una extensa entrevista, el delegado detalló que la protesta se inició porque “no pagaron el aguinaldo y comenzó el atraso de sueldos”. “Primero Szpolski nos recibía, hasta que un momento dejó de pagar (los salarios) y se cortó la comunicación. La empresa mandó a un abogado a una audiencia en el Ministerio de Trabajo y acordamos un adelanto de $5000 sobre lo adeudado y el compromiso de otro adelanto más, que nunca se cumplió”, resumió.
La empresa sostiene que “no puede tomar ningún trabajo” porque “está a punto de quebrar”. Su oferta es un 50% de indemnización en diez cuotas, con cheques de terceros con $1200 pesos, por semana hasta que se efectivice la indemnización”, según Pugliese. “Es una falta de respeto. Tenemos trabajadores con más de 20 años en la empresa. Hay gente grande que no puede salir a buscar trabajo”, criticó.
En tanto, el dirigente gráfico reconoce que se enfrentan “a un gigante, con vínculos en el Gobierno”. “Cuando Szpolski compró la empresa, nos invitó a la fiesta del Grupo Veintitrés. Estaba el Ministro de Trabajo, Carlos Tomada, presente. En ese momento pensamos: 'el día que tengamos algún problema, vamos presos'”, recordó.
“Szpolski no es un empresario gráfico, él vive de la pauta publicitaria. Usó esta empresa para hacer sus negocios y ahora que no le sirve, la quiere descartar. Nos estafó a todos”, fustigó. El sindicalista enfatizó que una de las opciones que les queda para recuperar su trabajo sería organizar una cooperativa después de que la Justicia dicte la quiebra de la empresa.