En la próxima edición de L’Osservatore Romano, se publica una entrevista a José María “Pepe” di Paola en motivo de su reciente viaje a las Islas Malvinas junto a referentes de los derechos humanos y el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. En la nota el "cura villero" expresó su sintonía con el Papa Francisco sobre una cultura de la paz y el diálogo para la resolución de conflictos fuera de modelos belicistas.
En un tramo de la entrevista, el Padre Pepe indicó: “En mi opinión, un punto importante en el tema Malvinas hoy, es que a través de un diálogo entre Argentina y Gran Bretaña, en el que estarán presentes sin duda aspectos políticos y sociales, se debería abrir un camino que permitiese volver a hablar con seriedad sobre el tema. También pienso que el diálogo ecuménico es una de las claves para poder realizarlo, y que a pesar de no haberse podido concretar esta vez, con tiempo y con dedicación será un protagonista importante".
En ese sentido, profundizó: "Creo que el ecumenismo abre puertas, abre corazones y eso produce un entendimiento. Y a partir del diálogo ecuménico podemos lograr un canal de vinculación más grande en el que estos temas estén presentes. Apostar a este camino significa tener paciencia, comprender y escuchar mucho, pero también reafirmar nuestra convicción. Eso sí, teniendo siempre presente que la guerra no lleva a nada y que la mejor forma de honrar y querer a quienes dieron la vida en este conflicto es preocupándonos y ocupándonos en seguir otro camino, que no es el del conflicto bélico, sino el del dialogo serio, profundo y espiritual. Son temas que hay que poner en manos de Dios y para los que hay que buscar soluciones pacíficas, pero concretas”.
Otros contenidos. Paralelamente, se decidió publicar dentro de la gran cantidad y variedad de declaraciones, documentos y acciones concretas, una carta esclarecedora para comprender el firme pensamiento del papa Francisco en el tema lacerante del abuso sexual a menores dentro de la Iglesia. Se trata de la “Carta a los obispos en la fiesta de los Santos Inocentes, celebrada el 28 de diciembre de 2016”.
En ella el Santo Padre escribió: “Escuchemos el llanto y el gemir de estos niños; escuchemos el llanto y el gemir también de nuestra madre Iglesia, que llora no sólo frente al dolor causado en sus hijos más pequeños, sino también porque conoce su propio pecado: el sufrimiento, la historia y el dolor de los menores que fueron abusados sexualmente por sacerdotes. Pecado que nos avergüenza. Personas que tenían a su cargo el cuidado de esos pequeños han destrozado su dignidad. Esto lo lamentamos profundamente y pedimos perdón. Nos unimos al dolor de las víctimas y a su vez lloramos el pecado. El pecado por lo sucedido, el pecado de omisión de asistencia, el pecado de ocultar y negar, el pecado del abuso de poder (...). Tomemos el coraje necesario para implementar todas las medidas necesarias y proteger en todo la vida de nuestros niños, para que tales crímenes no se repitan más. Asumamos clara y lealmente la consigna 'tolerancia cero' en este asunto”.