Aunque la extensión de la medida cautelar que preserva a Clarín de adecuarse a los límites de concentración establecidos por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual preanuncia una dilación en el único artículo de la norma al que tanto el Gobierno como Clarín prestaron atención desde 2009, el cierre de 2012 marca el fin de un ciclo que signó la historia reciente de los medios de comunicación en la Argentina. Lo urgente vinculado a la causa judicial disimula lo importante.
El fin de ciclo se expresa, por un lado, en la evidente erosión de la primacía del Grupo Clarín, por otro lado, al despejarse la incógnita abierta sobre qué tan lejos llegaría Cristina Fernández tras la ruptura de la alianza que habían sostenido Néstor Kirchner y Héctor Magnetto entre 2003 y 2008. Las expectativas inducidas por una profusa publicidad sobre el 7D como fecha inaugural de un sistema de medios democratizado, plural y diverso terminaron de desinflarse.
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(*) Profesor, investigador, Universidad Nacional de Quilmes, Conicet.