En un diálogo a fondo con el programa Ronda de Editores, el editor general de Clarín Ricardo Kirschbaum analizó la relación del medio con el kirchnerismo y negó los postulados de su colega Julio Blanck sobre la participación del medio en un “periodismo de guerra”.
Al evaluar la relación del diario con el anterior Gobierno, Kirschbaum sostuvo que "Clarín salió fortalecido del kirchnerismo”. "Podría decir que 'salió fortalecido' pero sería bastante mezquino decir esto solamente, porque efectivamente resistimos una formidable presión e intentos claros de intervención. Por otro lado también sirvió para poner en blanco sobre negro muchos de los prejuicios que existen sobre Clarín. Me parece que eso ha sido muy positivo y muchos de ellos se derrumbaron por su propio peso”, explicó el editor general de Clarín.
Aunque en relación a las polémicas declaraciones de su colega Julio Blanck aseguró que "nunca estuvimos en guerra con nada", Kirschbaum afirmó que durante el kirchnerismo Clarín trabajó bajo "una presión excepcional" y afirmó que ahora "han vuelto a aparecen condiciones normales para hacer periodismo”.
”No estoy de acuerdo con Julio Blanck. Creo que se hizo periodismo en condiciones excepcionales. Cuando venía para acá al Centro Cultural Kirchner… Estoy conociendo algunos lugares que en 12 años no pude entrar, no es que no quise entrar, no pude. Existe una especie de ofensiva cultural que nos puso a los periodistas que trabajaban en Clarín en una posición no querida. Hemos sido sistemáticamente excluidos de viajes con ministros, no atendían teléfonos, yo me reunía en hoteles de manera clandestina porque no se podía saber que hablaban con periodistas de Clarín porque iban a ser sancionados".
"Todo esto ha hecho que haya sido un problema chequear información, quedábamos afuera de primicias, hicimos un periodismo en condiciones ventajosas, pero no fue un periodismo de guerra porque nunca estábamos en guerra con nada. Nosotros tratábamos de hacer nuestro trabajo y tratar de que no avanzara un criterio de hegemonía que existía en el seno del Gobierno que se fue”, describió en cuanto a los años del medio durante el kirchnerismo.
Respecto del "ataque directo a los periodistas”, opinó: "Fue un gravísimo error y eso mostró sin ningún tipo de ocultamiento cuál era el objetivo central de la ofensiva. El problema fue concebir que el periodismo se tenía que hacer a favor o en contra de alguien. Y esa idea la puso el Gobierno anterior. Hubo diarios de izquierda, de derecha, de centro, con sus ideas distintas. Pero la concepción del Gobierno anterior era, o se está con uno o se está en contra”.
En cuanto a la partida de Blanck como editor político de Clarín y su nuevo rol como columnista, negó que hubiera existido algún tipo de represalia. "Él dijo lo que pensaba y ahora es uno de los columnistas principales de Clarín. Quién no se adapta a los cambios, no sale en la foto. Hay un cambio de roles, estamos intentando una nueva organización. Estamos desde el 2008 intentando fórmulas con suerte diversa, nadie tiene aún la fórmula para ingresar en este mundo sin costo. Es un desafío que enfrentamos todos los días. El mundo del papel, en un diario que tiene 70 años, tiene una pregnancia tan fuerte que hace que el ritmo del periodismo se mueva en base a esa cultura. Cambiar hábitos, rutinas, modos de trabajo".