"Yo calculo mi carrera periodística como una maratón interminable”, dice Luis Majul sentado en el Bistró del Periodista, espacio donde también funciona su productora La Cornisa, y Margen del Mundo. El menú del día en su bistró cotiza a $ 100, con una cocina gourmet de buen nivel a cargo de un joven chef italiano y cuya oferta gastronómica y cultural contrasta con los fierros y tuercas de las tiendas de Warnes. Majul elogia la lasagna de su almuerzo, saluda a los comensales y está atento a lo que sucede en la televisión. “Escuchen la conferencia de prensa”, le llama la atención a su equipo de trabajo, ubicado en una mesa lindera. Majul ya está pensando en su programa del otro día de Majul 910 en la segunda mañana de AM La Red (9 a 12), espacio que debutó el lunes tras la partida de Jorge Rial.
—¿La radio también tiene una grieta?
—Sí, la AM está tomada por la grieta. Pero el periodismo crítico del cual me siento parte hoy tiene mucho más del 50% del share en total.
—¿Te llamaron de la TV Pública?
—No, no me llamaron. Habría agradecido el llamado en ese caso, pero les hubiera dicho que no.
—¿Cómo te cayó la tapa de la revista “Barcelona”?
—No la vi. ¿Es humor?
—Sí. Estás con la boca tapada (con el título “Periodismo Cero”).
—Bueno, se ve que ellos escuchan poco. Ellos trabajan por impulsos (sic).
—¿Te molesta?
—No. Ingrid (Beck, la directora) me llama por teléfono, me saluda, me manda besos. Está todo bien. Tal vez le preocupa que yo investigue o denuncie a Cristina, la ruta del dinero K, pero quiero creer que lo hacen de buena fe.
—¿Qué balance hacés de los seis meses de Macri?
—Lo peor son los tarifazos, los DNU con los jueces, los Panamá Papers, la declaración jurada de Macri, el helicóptero de Lewis y descansar en su estancia, los millones que le prestó a Nicolás Caputo... Hay muchas cosas por corregir. Lo bueno: salir del cepo, la reparación histórica de los jubilados, en el Congreso hay debate, y en los medios de comunicación no te llaman para quitarte la publicidad oficial ni para mandarte la AFIP.
—Aranguren mantiene sus acciones de Shell, ¿debería renunciar?
—Lo que primero debería hacer es desprenderse de las acciones en Shell, y si eso es un hecho de corrupción debería ser apartado. Igualmente, el contexto es que recibió la peor herencia desde el 83, con una crisis energética infernal, con una inflación reprimida...
—¿La herencia tiene fecha de vencimiento?
—No estoy seguro. Con lo de López parece que la herencia de la corrupción no termina nunca. Pero importa poco, porque el Gobierno con herencia o sin herencia tiene que hacer lo que corresponde, y nosotros, el periodismo, estamos para marcar errores, y yo al Gobierno le marco los errores todo el tiempo.
—¿Cristina va a ir presa?
—Yo creo que si la Justicia hace lo que tiene que hacer, seguramente sí.
Entre Rial y Lanata
—Dijiste que estabas cómodo a la tarde. ¿Por qué aceptaste?
—Tuve una muy larga y buena conversación con los directivos de la radio y quería estar seguro de firmar un contrato extenso (firmó por tres años), porque un programa de AM en un horario prime time va a necesitar tiempo para afianzarse, como en su momento lo necesité en la tarde.
—¿Tenés confianza de hacer más audiencia que Rial?
—Eh... sí, no sé. Para hacer rating hay que tenerse confianza, y te puedo decir que como programa, equipo y concepto creemos que somos artística, periodística y políticamente el mejor programa de la segunda mañana, por lo que creo que vamos a andar muy bien. El martes tuvimos 7 mil visitas únicas en streaming, algo que nunca se tuvo en ese horario, y fuimos trending topic por la noticia de José López.
—Ahora empezaste a competir con Lanata sin filtro, y a fines de junio regresa Periodismo para todos y volverás a ser rival con La cornisa, por América.
—Competir con Lanata es pura ganancia. Lo dijo el mismo Lanata que le molesta no tener adversarios que estén a su nivel, y a mí lo mejor que me puede pasar es tener a Lanata enfrente.