Los conductores de la primera y segunda mañana de Radio 10, Marcelo Longobardi y Oscar González Oro, lloraron durante "el pase" de este viernes cuando le contaron a los oyentes que la emisora (junto a otras cuatro radios y la señal C5N) había sido vendida.
Longobardi definió al Grupo Infobae como “una empresa muy inhabitual” en tiempos que díficiles "para el periodismo” y enumeró, entre los logros, haberse mantenido como la radio más escuchada durante “12 años consecutivos”.
Previo al intercambio con Oro, el conductor de Cada mañana dijo en su comentario editorial: “Quiero despedirme, no de la radio, pero sí de esta etapa de la radio que ha sido una etapa maravillosa para todos y que se terminó. Empezará otra, cuyas consecuencias desconocemos".
González Oro, por su lado, reconoció: "Estamos acostumbrados a trabajar en un medio desde hace escasos 14 años donde podías tocar el timbre, donde podías llamar por teléfono a las 3 de la mañana, pedir plata prestada” y contó que en sus inicios como conductor Hadad le compró un auto para llegar a tiempo a la radio y conducir su programa.
El conductor del Oro y el moro explicó al aire cómo se enteró de la noticia de la venta: “En este medio no hay secretos, pero una cosa es suponer y otra que te llame Daniel Hadad, mi amigo, y desde la emoción te diga ‘Negrito, tuve que vender, tuve que aceptar la oferta’”.
Quebrado, Oro pasó “por todos los estados de ánimo: emoción, bronca, la sensación de ésta pelea de 14 años en un país que no es fácil hacer periodismo”. Reconoció haber sido fiel al “pensamiento del Grupo” y sin dar nombres se quejó de las críticas.
“Me llama la atención que desde ayer (todavía no salimos al aire con la nueva administración) y ya empezaron a denostarnos. No tengo ganas de ser denostado, no tengo ganas de dar pruebas, ya dimos muchas pruebas, ya hemos rendido todos los exámenes necesarios”.
El mensaje entre líneas. En otro pasaje, Oro pareció dirigirse al flamante dueño de Radio 10, Cristóbal López: "También Marcelo y yo que somos gente de bien. Esperamos un llamado ayer, uno que nunca recibimos: 'Buenas tardes, yo soy tal persona, quiero tomar un café con usted'. Estas cosas a nivel personal me afectan".