Hasta la llegada de Antes que mañana, el programa de Paulino Rodrígues, la noche de Continental oscilaba entre programas de viajes y espacios intimistas que cerraban la franja horaria más "fría" de la radio.
La opción del periodístico nocturno (con relativo éxito en la Cadena Caracol de Colombia, propiedad del Grupo Prisa como la AM 590) llegó en enero de 2009 con un ciclo que se fue convirtiendo a fuerza de una producción inquieta y buenas notas en un clásico para terminar el día.
"Lo hemos logrado en ese nicho. Por lo tanto jugamos mucho con el último momento y los anticipos del día posterior. Esa es la pretensión máxima del programa", dice Rodrígues que lo define como un "mix" de alcance federal:
"Tenemos repetidoras, es muy escuchado en el interior, me gusta mucho la mirada de país. Vos tenés dos manzanas en la ciudad de Buenos Aires con cortes de luz y es tapa de diario. Ahora, tenés mitad de una ciudad importante en el interior como Córdoba capital con 200 mil afectados, sin energía eléctrica y tal vez es un recuadrito en la página 30. Mi público está en los dos lugares".
- Perfil.com: ¿Cómo está manejando el Gobierno su relación con los medios?
- Rodrígues: Ha cambiado. Pasó de no tener comunicación a tener una política comunicacional hace tres años, pos conflicto del campo, donde entendió que la crisis estuvo gestada por los medios y no por un error en la toma de decisión. Aún hoy está convencido que las retenciones móviles son importantes y que hay que aplicarlas, que no vuelve a desempolvar el proyecto para no generar disidencias con un sector con el que está intentando congraciarse aunque su ritmo con bemoles y teniendo en cuenta que ha sido un factotum de la perdida de poder que le ha impedido creo en la concepción del gobierno realizar más cosas de las que ha hecho. Hubo una especie de impasse en la Argentina y en ese contexto todo lo está tratando de equiparar. El problema es que está tratando de construir un relato, que lo ha logrado y en ese relato está tratando de invalidar o ese relato diría que es casi indispensable que invalide el ejercicio del periodismo: que la pregunta, la repregunta, indagar, cuestionar... porque en el relato no te permiten cuestionar porque si no deja de ser relato.
- ¿Así como ve esta reacción de parte de medios vinculados al oficialismo lo ve desde la vereda de enfrente con Clarín?
- A Clarín se le nota el enojo. La política le está pasando la factura de 60 años de actuar como un partido político y defenderse en nombre de la libertad de prensa. Ha tenido una preponderancia importante en la política argentina, se la ganó, porque la gente lo eligió. Es verdad que después no hubo igualdad de condiciones con Papel Prensa, la distribución de diarios y la construcción fruto de los acuerdos políticos con cada Gobierno de ese imperio multimediático con más de 200 compañías. Ahora, esa posición dominante insisto que es validada y ha sido convalidada por los gobiernos que no le pusieron coto adecuadamente, incluso éste, que pactó hasta que en algún momento sintió que no podía más y que elegirlo como blanco de sus críticas devaluaba la opinión de los críticos y que por lo menos generaba la sospecha o la duda.
- ¿Qué cree que va a pasar en esta nueva etapa?
- Esperaría nombres del Gabinete, primeras medidas, que pase el verano. Me gustaría ver al Gobierno en perspectiva allá por abril o mayo. Hay algunos atisbos de lo que ha ocurrido en los últimos días, pos elecciones, con un Gobierno que no se queda cruzado de brazos, que toma decisiones, que sabe que está al límite en cuanto a la caja y la cuestión fiscal. En lo bueno está lo malo del Gobierno. En el hecho de gestar la acción, tomar la iniciativa política, centrarse en un escenario donde la oposición ha quedado en un terreno arrasado donde todos están, en términos de construir, pero llevará su tiempo y por lo tanto no hay líderes que objeten la política del gobierno desde un lugar de cierta cuota aparte de poder porque hasta (Hermes) Binner tiene la mayoría de los votos prestados que ha sido el segundo y con el 17 por ciento de los votos.
(*) de la redacción de Perfil.com