OPINIóN
Pandemia y responsabilidad

Ciudadanos para una nueva humanidad

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Ciudadanos, pandemia y responsabilidad. | Pablo Temes

En estos últimos meses, la apelación a la “responsabilidad ciudadana”, viene tomando cada vez más fuerza, si bien el término ciudadanía proviene del latín civitas haciendo referencia a la ciudad y tiene sus raíces varios siglos atrás, hoy en día se fortalece con características propias del siglo XXI y por una muy actual: una pandemia terrenal, que nos toca atravesar en estos tiempos a la humanidad. Será que nos estamos poniendo a prueba como constructores de una nueva ciudadanía mundial, con características muy propias que nos brinda este nuevo escenario: como el cuidado de uno mismo, el de los demás, el del mundo entero, no en base a un individualismo excéntrico sino a profundas convicciones morales, en las que los deberes cívicos, y los valores se transforman en instrumentos necesarios del quehacer cívico actual. Aquellos valores universales que nos empapan de humanidad se volvieron esenciales para gestionar realidades diversas y adversas. Esta toma de conciencia de “libertad con responsabilidad” en la vida pública se potencia cada vez más en nuestras demandas como ciudadanos, pero también como consumidores, trabajadores y cualquier otro rol que desempeñemos. A los ciudadanos de hoy no nos bastan las palabras con respuestas empapadas de injusticias, sino que aclamamos actos ejemplificadores de conductas y en especial, de aquellos que tienen el deber de gestionar lo público, transformándose en un eje fundamental para la convivencia y la supervivencia en comunidad.

Desde hace décadas, se promueve una ciudadanía global, ciudadanos del mundo orgullosamente nos llamamos, que nos hace tomar conciencia de un mundo en el que lo local, lo cercano, lo próximo, empieza a ser cada vez más latente y presente.

Esta paradoja del mundo hiperconectado, no contradice esta conciencia de globalidad, pero la hace más concreta y cercana porque la participación cívica y responsable es asumida día a día más allá de nuestra responsabilidad electoral. Será la “era de las responsabilidades cívicas” entorno a valores tan universales como humanos: el respeto, la integridad, la honestidad, la justicia, la paz, la libertad, la solidaridad y el compromiso sostenido y no meramente eventual que provocan muchas veces las catarsis sociales que convulsionan y sacuden nuestro modo de ser y hacer comunitariamente impulsándonos a fortalecer nuestras aptitudes para trabajar por un mundo más sostenible.

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Ciudadanía responsable y demandante significa funcionarios reflexivos y solidarios

Hablamos de nueva normalidad, sin preguntarnos, que es lo “normalmente aceptable” o al menos, a que nos referimos con ello. Evidentemente, los ciudadanos aprendimos a convivir gestionando la incertidumbre y el miedo, nos volvimos más resilientes y empáticos, más creativos e innovadores, buscando nuevas maneras de sobreponernos al abismo emocional de la angustia que nos causa nuestro propio dolor, el de nuestros familiares y amigos pero también el de los demás: el de nuestros abuelos, nuestros niñas, niños, adolescentes, nuestros pobres, que llevamos impregnados en nuestros “corazones ciudadanos” como una deuda cívica y social.

Ciudadanía más demandante y responsable implicará cada vez más funcionarios reflexivos, humildes y solidarios, con profunda convicción de servicio y capacidad de escucha, líderes que sean capaces de diseñar e implementar modelos de políticas públicas inclusivas y efectivas en todos los ámbitos: el social, el económico, el educativo, el cultural, que respeten derechos pero también que promuevan deberes, que nos demuestren diariamente que es posible construir una nueva “civitas glocal”  que generen las condiciones materiales y espirituales necesarias para desarrollar nuestras capacidades, para ser mejores personas, y por ende mejores ciudadanos, construyendo juntos una sociedad basada en un humanismo integral y solidario en pos de la prosperidad de la humanidad.

*Coordinadora del Programa de Gestión de Políticas Públicas en Educación Inclusiva y Efectiva, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Católica Argentina (UCA).