Irónicamente, presento a continuación, diez recomendaciones para que sigamos realizando actividades que poco o nada inciden en la resolución del problema.
1. Con el fin de localizar vehículos robados o comprometidos con algún delito, coloque lectores inteligentes de patentes en las principales avenidas de su ciudad. No deje de colocar enormes pantallas donde cada conductor vea el número de su patente, al momento del control. Es una manera de avisarle a quien dispone de un vehículo en situación de delito, que debe tomar la calle paralela.
2. No controle la venta de autopartes, ni de celulares usados, ya que sería demasiado sencillo terminar con el robo de estos elementos, al eliminar la posibilidad de reventa. Elija el camino más difícil, de tratar de tener policías presentes en el imprevisible momento en el que se comete el delito.
3. Hay que llenar las calles de policías. No use nuevas tecnologías. Hay que ampliar el número de personal policial y disponerlo en puestos fijos. Deben situarse en esquinas de la ciudad, en forma pasiva y “esperando” que alguien decida cometer un delito exactamente en ese lugar. Siempre habrá otra esquina para cometerlo.
4. Todo patrullero debe hacer sonar su sirena en los barrios, de manera de mostrar a los vecinos la presencia policial. Y, a la vez, hay que avisar a quien intenta cometer un delito, la proximidad en la que se encuentra el móvil.
5. No realice inteligencia. Se debe ir detrás del delito producido. No anticipe, ni prevenga. Espere.
6. No investigue seriamente los problemas de inseguridad; no cree observatorios; no cuente con estadísticas serias, ni mapee los delitos en su ciudad. Y de acceder a dicha información, no la difunda, ya que podría quedar en claro la ineficacia de las acciones de siempre y hasta, a veces, la complicidad de la propia policía.
7. Toda denuncia policial se debe realizar en las propias comisarías. No se le ocurra generar otro ámbito estatal con mayor legitimidad para que la ciudadanía haga las denuncias. Es una manera de disponer de un filtro para que no se denuncie todo lo que se debe denunciar y así mejorar las estadísticas existentes.
8. Priorice la visibilidad inmediata. Una foto con 30 patrulleros recién comprados (Actividad), seguramente le dará mayor legitimidad que bajar efectivamente la tasa de delitos (Resultado), dato que recién se conocerá al año siguiente y a través de fuentes estadísticas poco confiables. No planifique a largo plazo.
9. Facilite que toda persona que lo desee pueda ser Policía. No realice concursos, ni exámenes de admisión. Los cursos de las escuelas de formación policial deben ser fáciles de aprobar, de manera de que todos se gradúen como policías. Sólo se requiere ampliar el número de efectivos, no se necesita profesionales, ni personal calificado que pueda desarrollar respuestas estratégicas o inteligentes.
10. Combata el narcotráfico, pero no tenga una política eficiente de prevención de la adicción a las drogas. Eso hará que se mantenga la demanda y siga existiendo el negocio.
Sin duda el problema es complejo y multidimensional, pero, a la vez, la inseguridad se interrelaciona con otros problemas de la Argentina como el alto grado de economía en negro, la limitada trasparencia de nuestras administraciones, la corrupción y hasta aspectos de la cultura política predominante. Por lo pronto, lo que está claro, es que, si efectivamente queremos lograr mejores Resultados, más que seguir probando con Actividades poco efectivas y aisladas, se requiere desarrollar políticas integradas e inteligentes.
Dr. Sergio Ilari
Director de la Maestría en Gobierno Local de la Universidad Nacional de Quilmes