OPINIóN
Errores o aciertos

La defección del progresismo

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Ernesto Samper. “Antiguo amigo de Boluarte (ahora prudentemente “distanciado”)”. | x

A veces se cometen errores muy severos que no salen a la luz. Quisiera mencionar aquí el más grave de los últimos años: el error de Ernesto Samper, que dividió en dos a todo el progresismo.

Muchos interrogantes acerca del silencio de algunos líderes regionales (del “progresismo”) luego de la destitución inconstitucional contra el presidente peruano Pedro Castillo (primer presidente rural de la historia del país) pueden entenderse (recién) a partir del error de Ernesto Samper, ex presidente de Colombia, amigo de la gobernante (de facto) Dina Boluarte, con quien supo cultivar un vínculo personal y político.

Samper motorizó y generó el error de muchos líderes que lo siguieron (Lula, Mujica, pasando por Garzón, y Correa) que firmaron la ominosa declaración del grupo Puebla (de diciembre de 2022), que quedará como una mancha sucia en la historia del progresismo. El grupo Puebla apoyó inicialmente a Boluarte, luego del golpe contra Castillo, días antes de que su gobierno asesinara a más de 70 manifestantes desarmados. Esa declaración del grupo Puebla quedará en la historia como un severo error político. Garzón, destacado por su actuación como juez contra los crímenes del franquismo (y por la detención de Pinochet en Londres), advirtió que Dina Boluarte les “prometió” que haría todo lo contrario de lo que terminó haciendo. El problema es que –como juristas y políticos- había que advertir a tiempo (cosa que la izquierda no hizo) que Boluarte no estaba habilitada para gobernar, porque el presidente legítimo del país era otro. Boluarte llegó al poder apoyada por el fujimorismo (que limpió semanas antes su prontuario) a quien Castillo había vencido en el ballotage. Estuvieron cien días para reconocer el triunfo electoral de Castillo. A ningún presidente (blanco) le hacen eso. Y lo reconocieron solo porque los cholos fueron hasta Lima a defender su voto. Coparon las calles para protestar.

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Samper, antiguo amigo de Boluarte (ahora prudentemente “distanciado”) condicionó a buena parte del progresismo (no a todo). Petro y AMLO no pisaron en falso. Arévalo y Xiomara Castro tampoco. Pero otros líderes sí siguieron la opinión equivocada de Samper.

La foto de Lula (y el abrazo de Boric) con Boluarte son una infamia. Ahora todos reconocen que fue un “error”. Pero el problema era darse cuenta antes (de los asesinatos y tanques entrando por la fuerza a la universidad San Marcos). No después.

¿Cómo pudo el Grupo Puebla cometer semejante error político? ¿Quién los pudo convencer de que Boluarte (que ya lleva 7 liftings en su cara) merecía el apoyo internacional del progresismo? ¿Cómo Garzón, Correa, Lula fueron llevados por error a apoyar la dictadura de Boluarte, que invade las universidades y persigue el disenso? En la presentación del libro sobre “lawfare” contra Cristina (2023), donde estuvo Samper, nadie dijo nada, tampoco Zapatero o Mujica. Hubo una sola excepción: Lucia Topolansky. Ella sí dijo que lo que sucedía con Castillo era grave. Fue notable, por otro lado, que el ex presidente Joe Biden le haya dado la espalda a Boluarte en Washington. Ese desplante generó un escándalo en Perú: renunció la canciller (que luego apareció muerta) y el embajador en EEUU. Biden no está viejo. El partido demócrata tampoco. El que esta “viejo” es el progresismo latinoamericano. Milei apoya a Boluarte. ¿Coinciden Lula y Boric con él en su mirada exterior? Alguien tiene que estar equivocado. Y no es Milei (muy admirado en Perú, no casualmente)..

*Director Instituto latinoamericano de criminologia y desarrollo social.