OPINIóN
II FORO DE LA EDUCACION

Unicef alertó sobre el "aprendizaje que quedó en pausa" en pandemia

Un reciente informe de la Oficina Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe llama la atención sobre los millones de niños y jóvenes cuyo proceso de aprendizaje quedó en pausa

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Alumnos porteños vuelven a clases en Parque Patricios | JUAN OBREGON

Un reciente informe de la Oficina Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe llama la atención sobre los millones de niños y jóvenes cuyo proceso de aprendizaje quedó en pausa. El informe resalta que a más de siete meses de la declaración de la pandemia de COVID-19, 137 millones de estudiantes han perdido un promedio de 174 días de aprendizaje y están en riesgo de perder todo un año escolar. Recientes proyecciones de la UNESCO muestran que más de tres millones de niños, niñas y adolescentes en toda la región están en peligro de abandonar la escuela y cuanto más tiempo permanezcan cerradas las instituciones educativas, es menos probable que los estudiantes más vulnerables regresen a clase, incluidos quienes tienen alguna discapacidad, son migrantes o pertenecen a comunidades indígenas.  En Argentina, la evidencia relevada indica que cerca de medio millón de chicas y chicos no lograron sostener contacto con las escuelas y que hay cerca de 900 mil estudiantes que han tenido baja intensidad escolar y tienen una alta probabilidad de interrumpir su escolaridad. Entre ellos y ellas, se encuentran mayoritariamente chicos y chicos en situación de mayor vulnerabilidad, quienes viven en contextos sin conectividad y en familias con bajos ingresos.

La pandemia impuso la no presencialidad. La pérdida de los vínculos y prácticas en un tiempo y espacio institucional tiene graves implicaciones en los aprendizajes y desarrollo de cada niña, niño y adolescente y tendrá profundas consecuencias para la sociedad en su conjunto. Los países del mundo y de la región diferencialmente han iniciado una reapertura gradual de las escuelas tal como lo indica el informe, sin embargo, el saldo a la fecha es que la mayoría permanecen cerradas. En Argentina, doce jurisdicciones han iniciado hasta el momento la apertura progresiva de las escuelas, alcanzando a un grupo marginal de estudiantes si se considera el total nacional.  

Desde UNICEF reconocemos los importantes esfuerzos que han realizado los gobiernos y las autoridades educativas, directivos, docentes y familias, trabajando arduamente a fin de favorecer la continuidad educativa y buscando mitigar los riesgos inherentes a la interrupción de la escolaridad presencial. No obstante, queremos alertar sobre la urgencia de generar más y mejores las condiciones para seguir avanzando en todos los contextos territoriales hacia la reapertura progresiva y segura de las escuelas para resguardar el derecho a una educación de calidad, especialmente en los ámbitos en situación de mayor vulnerabilidad.

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Aún bajo la complejidad del contexto, es necesario acordar cursos de acción rápidos y efectivos, basados en cinco principios fundamentales: 1) Escuelas y Centros de Cuidado seguros: garantizar operaciones escolares y de cuidado seguras, para niñas, niños, adolescentes y sus familias y para las y los maestros y cuidadores, alineadas con las medidas de salud pública y flexibles para adaptarse a la evolución de los riesgos o cambios en la transmisión del virus; 2) Equidad:  facilitar el regreso a la escuela y a los servicios de cuidado de las niñas, los niños y los adolescentes en condiciones de mayor vulnerabilidad, 3) Aprendizajes y bienestar: asegurar que todos los niños, niñas y adolescentes accedan al nivel adecuado considerando la evaluación de las necesidades educativas, la implementación de programas de revinculación y recuperación y la articulación con otros sectores de gobierno  que permitan sostener el proceso educativo de cada chica y cada chico, 4) Fortalecimiento de las escuelas y de los centros de cuidado: acompañar a los docentes y cuidadores y promover las condiciones para enseñar requeridas en cada contexto; 5) Flexibilidad y acompañamiento: sostener y fortalecer las diversas modalidades de educación que alternen entre la educación presencial y a distancia, con recursos requeridos en las diversas modalidades.  

Llevar adelante políticas con estos principios requiere asegurar la inversión adecuada para lograrlo, el año próximo y los venideros. Promover compromisos y acuerdos intersectoriales de largo plazo e invertir en la educación de cada niña, niño y adolescente ayudará a sentar las bases de las condiciones para su bienestar, y para la recuperación social y económica posterior al COVID19.

Hoy es prioritario volver a las aulas de forma gradual, segura y planificada. El proceso debe estar basado en la evidencia relevada de las experiencias en curso y debe ser un proceso consensuado con todos los actores. Necesitamos, juntos, continuar re-imaginando la educación, para que ningún niña, niño y adolescentes quede atrás. 

 

Luisa Brumana es Representante de UNICEF Argentina