A un año del secuestro y muerte de la joven Otoño Uriarte, se realizaron marchas en la localidad rionegrina de Fernández Oro, donde ocurrió el hecho hace un año, y en El Bolsón, donde la joven vivió varios años. Los familiares de Otoño cuestionaron duramente la pesquisa y a la jueza de Instrucción María del Carmen García García.
La magistrada está bajo un sumario dispuesto en agosto pasado por el Consejo de la Magistratura para establecer si hubo demoras o errores procesales en la causa, tal como denunciaron los familiares de la víctima.
En El Bolsón, compañeros y maestros de Otoño realizaron un mural en su homenaje, para luego realizar una marcha.
Durante la movilización en Fernández Oro, un pequeño grupo de manifestantes produjo disturbios y arrojó bombas molotov contra la seccional local, a la cual se acusá de complicidad con el hecho.
Roberto Uriarte, padre de la víctima, al hablar ante los manifestantes reiteró que " el tiempo perdido durante los primeros meses de la investigación ya no se puede recuperar"."Si las pericias antropológicas descubren que Otoño no murió el mismo día que la secuestraron se abrirá una discusión importante, porque creo que si se hubiese actuado rápido, la primera noche, podríamos estar con Otoño en este momento" agregó el hombre.
Por su parte, la jueza de Instrucción María del Carmen García García aseguró que desde el 24 de octubre del año pasado (un día después de la desaparición de Otoño) "s iempre se estuvo atento a fin de disponer los actos necesarios relacionados con la investigación que se llevaba adelante".
"Al momento no tengo conocimiento de que se me haya efectuado cargo o reproche alguno sobre mi desempeño" sostuvo la jueza en una entrevista que brindó a LU 19 La Voz del Comahue, de Cipolletti.
Según García García es "razonable y legítimo el derecho de las familias de las víctimas y de la sociedad en su conjunto (en conocer) el resultado de determinadas investigaciones".
Pero agregó que "en un estado de derecho las presiones sociales no pueden ni deben ser consideradas para la evaluación del desempeño de un magistrado que ha prestado juramento".
La jueza García García fue muy prudente al hablar acerca la marcha de la causa y sólo informó que hay "optimismo, con cautela" sobre las pericias histológicas que está realizando el Equipo Argentino de Antropología Forense.
Se confía que esos análisis permitirán determinar el tiempo que el cuerpo de la chica permaneció en el canal de riego donde lo hallaron el 24 de abril pasado, seis meses después de haber sido vista con vida por última vez.
Otoño Uriarte fue vista por última vez en la noche del 23 de octubre de 2006, cuando regresaba a su casa de la zona de chacras de Fernández Oro, después de una práctica de voley en el gimnasio municipal.
La joven fue secuestrada cuando volvía caminando porque esa tarde alguien no identificado le había sacado su bicicleta del sitio en donde habitualmente la dejaba guardada, en el patio de la casa de una familia conocida.
El rodado apareció de nuevo en el lugar al día siguiente del secuestro y nunca se supo si este hecho fue casual o estuvo orientado a obligar a la chica a caminar el recorrido de unas 15 cuadras.
Tras varios meses de incertidumbre, cuando incluso algunas fuentes policiales suponían que Otoño era protagonista de un abandono voluntario de su hogar, su cadáver apareció en el interior de un canal de riego de Cipolletti.
El cuerpo estaba muy deteriorado por el accionar del agua y la autopsia no permitió establecer la mecánica de la muerte.
Fuente: Télam