POLICIA
alarmante modalidad

Asaltan una boletería de subte cada 72 horas y empleados exigen más seguridad

En menos de tres meses hubo 25 robos en distintas estaciones de la Ciudad. La línea E es la que encabeza el ranking con diez casos, seguida por la B, que sufrió ocho asaltos.

Estación Alem. El sábado 9 de marzo, un ladrón armado sorprendió al empleado y escapó con un botín estimado en 13 mil pesos.
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“Esto es un choreo, dame todo si no querés cagar.” Con esas palabras un joven que ocultaba su rostro con gorrita, capucha y lentes oscuros dejó casi paralizado del susto a un empleado de una boletería del subte. El asalto duró unos pocos segundos, suficientes para que el autor pudiera obtener un botín superior a los 2 mil pesos y la víctima quedara traumatizada por la difícil situación que le tocó vivir.

El caso que inicia esta nota es uno de los 25 robos registrados en la ciudad de Buenos Aires en lo que va del año, según el registro que llevan los delegados de la empresa Metrovías. Los robos se registraron entre enero y los primeros 15 días de marzo, lo que representa un asalto cada 72 horas. Las líneas más afectadas son la E (diez casos), la B (ocho) y la D (cinco). El resto lo completan la C y la H con un robo cada una. PERFIL realizó una recorrida por las distintas líneas y notó en algunas de ellas la falta de personal de seguridad.

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Unos 700 policías están asignados para proteger los andenes, la zona de molinetes y las boleterías de las 78 estaciones. “No tenemos manera de saber si efectivamente ese número es real porque la empresa no habla sobre estos temas, pero tenemos la certeza de que hay muchas boleterías en las que no están”, explica a PERFIL Enrique Rositto, vocero de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro.

Seguidilla. El último fin de semana las líneas B, H y E fueron asaltadas. En todos los casos el modus operandi es prácticamente calcado: un solitario ladrón que aprovecha la falta de policías en las estaciones, que encara y amenaza a un desprotegido boletero que no tiene forma de escapar.

El primero de los casos ocurrió el sábado de la semana pasada, en la cabecera de la línea H que va de las estaciones Corrientes a Parque Patricios. Un delincuente con un arma en su mano se acercó a la boletería donde había un solitario empleado y robó cerca de 8 mil pesos. Ese mismo día, pero una hora más tarde, la situación se repitió en la estación Leandro N. Alem, cabecera de la línea B. El robo duró unos pocos segundos y el ladrón se llevó unos 13 mil pesos. El empleado de la estación Pichincha (E) fue sorprendido por un ladrón al día siguiente después del mediodía. Las cámaras registraron los movimientos, y comenzaron a analizarlos para determinar si se trató de una misma persona.

“Saben todo. Cuándo estamos solos, en qué momento se va el personal de seguridad y las estaciones donde directamente no hay policías”, asegura a PERFIL un empleado del subte. “Todas las líneas sufrieron algún robo, es una situación alarmante. Los fines de semana parecen ser los momentos más críticos porque los boleteros están solos y el personal policial es escaso. Muchos de los efectivos prefieren hacer adicionales en un supermercado chino, un restaurante o en la cancha porque les conviene económicamente”, cierra Rositto.

 

“Son dos segundos; te apuntan y se van”

“Vino un hombre que me pareció raro, me preguntó algo y se fue. En la otra boletería había un policía. Yo iba a avisarle pero volvió a aparecer y me dijo: ‘Esto es un choreo’”, recuerda uno de los empleados del subte que fue víctima de un robo. “Parecía que tenía un arma, yo me quedé shockeado y le di todos los billetes de cien que tenía. Hasta atiné a llamarlo cuando se estaba yendo porque quedaban unos más”, apunta.

En el momento del robo la estación estaba prácticamente desierta. “Parece que hacen inteligencia porque aparecen cuando no hay nadie. El que me robó a mí tenía una gorra, la capucha del buzo puesta y anteojos oscuros. La cámara de seguridad lo filmó pero hasta lo que sé todavía no lo atraparon”, destaca. “Son dos segundos; te apuntan y se van. Los fines de semana es tierra de nadie”, completa.

Desde el sindicato les recomiendan a los boleteros que no tomen sus puestos de trabajo si no hay policías asignados. “Después del robo, de los cincuenta días siguientes sólo enviaron a cubrir la boletería con custodia ocho días”, lleva el detalle.
El viernes pasado se liberaron los molinetes en las distintas líneas como medida de protesta por los numerosos casos de inseguridad.