La violenta muerte de un hincha de Nueva Chicago en medio de una batalla campal entre dos facciones de la barra del club tuvo esta noche un segundo capítulo, luego de que parte de los fanáticos fueran al hospital Santojanni a vengar el episodio.
Todo empezó cuando el presidente del club de Mataderos convocó a las dos facciones al club, con el objeto de que limen asperezas. Pero la meta del cónclave no se cumplió, las conversaciones fueron subiendo de tono y ambos bandos comenzaron a insultarse. Enseguida los integrantes de "Los Perales" y del otro grupo, denominado "Las Antenas", se tomaron a golpes de puño y la pelea se extendió a las inmediaciones del club.
El barra muerto fue identificado como Agustín Rodríguez, de 27 años, quien vivía a menos de cien metros de la entrada principal del club y pertenecía al grupo conocido como de “Los Perales”, según fuentes allegadas al caso. El hincha murió prácticamente en el acto y los agresores escaparon corriendo.
Tras la pelea, el presunto asesino se dirigió al hospital Santojanni para ser atendido de una puntada en el abdomen. Y hacia allí también fueron integrantes de "Los Perales" en busca de venganza. Estos últimos destruyeron parte de la guardia e incluso chocaron con el presunto asesino, conocido como "Aldo, el paraguayo", y con algunos compañeros del mismo, pero se dispersaron ante la llegada de efectivos de la Comisaría 42 y de la Infantería.
Mientras el supuesto agresor de Rodríguez era intervenido quirúrgicamente, el presidente de la Asociación de Médicos del Hospital Santojanni, Marcelo Struminger, se quejó ante la prensa por el marco de indefensión en el que se encuentra el centro médico, luego de que en marzo de 2011 se le retirara la custodia policial con que contaba.
"Ultimaron a una persona, el presunto autor quedó herido y estaba en la Guardia con una lesión en el abdomen; de repente un grupo (rival) vino por él y rompieron toda la Guardia…”, contó.
“Salió todo el mundo corriendo por la calle, rompieron vidrios, el mobiliario, todo… ¿Si los médicos tienen miedo? Sí, los médicos están con temor, como toda la gente”, agregó Struminger.
No es la primera vez que el hospital protagoniza un episodio de este tipo. En abril del año pasado, apuñalaron en el cuello a un paciente, que esperaba a ser atendido.
“Lo anticipamos en abril de 2011, cuando decidieron retirar a las fuerzas de seguridad que custodiaban los hospitales; este quedo desguarnecido pese a que informamos de los incidentes que podían ocurrir si no teníamos custodia”, fustigó el médico.
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