La concesión del Zoológico de Buenos Aires, predio de 18 hectáreas ubicado en el corazón del barrio porteño de Palermo, venció el 1 de febrero y ya hay tres candidatos interesados en hacerse cargo de la concesión.
El primer anotado es el grupo mexicano Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE), actual operador del Zoo porteño. El grupo mexicano viene de desprenderse de las radios FM Rock & Pop, Blue y Metro, vendidas al ex banquero menemista Raúl Moneta. Luego se anota Zoo-Botánico 2000, el grupo que manejó el zoo en 1991, cuando el entonces intendente porteño Carlos Grosso decidió privatizarlo. Se trata del grupo que tuvo a Gerardo Sofovich como socio, antes de ceder el negocio al CIE. Y el tercer candidato es la Fundación Félix de Azara, una ONG sin fines de lucro ligada a la Universidad Maimónides. Creada en 2000, la Fundación se encarga de "contribuir al estudio y la conservación del patrimonio natural del país", según aseguran en su sitio web.
Además de esos tres interesados, el gobierno porteño que encabeza Mauricio Macri quiere tentar al holding Perez Companc -en manos de Luis y Jorge, tras el retiro del patriarca Gregorio Pérez Companc de los negocios-, pero hasta ahora no hubo una respuesta formal. Los Pérez Companc conocen del tema porque tienen a al parque temático Temaiken entre sus emprendimientos.
"En no más de tres meses estaremos ya en condiciones de lanzar el proceso de licitación. No queremos que esto se estire demasiado", le dijo Francisco Cabrera, ministro de Desarrollo Económico porteño, al diario El Cronista, admitiendo que el zoológico opera con la concesión vencida.
El nuevo contrato tendrá una duración de 5 años y el gobierno de la ciudad quiere incluir una cláusula muy particular: que el nuevo licenciatario construya una reserva para la reproducción de las especies en el Parque Indoamericano, escenario de las tomas de terrenos que fueron reprimidas y provocaron tres muertos
"De ese modo sacaríamos esa área de Palermo, donde hoy se realiza. Si logramos eso, estamos convencidos de que se mejorarán muchos los proceso por una cuestión ambiental", agregó Cabrera a El Cronista y concluyó: "Queremos además que se trabaje no sólo en los animales sino también en lo que tiene que ver con los árboles, la biblioteca del lugar y los edificios históricos".