“¡Muéranse putas! Gatas rompecorazones!”. La lógica de este tipo de frases pareciera decirnos que todas las que le dicen “no” merecen ser consideradas indignas y deben ser destruidas, pero no porque les rompan el corazón, sino porque anulan la imagen sobrevalorada que tienen de sí mismos.
Un modo de reivindicar la franca tentativa de homicidio a una ex pareja es anunciarlo en una red social; a la vista de todos, se justifican las intenciones para poder continuar y luego hasta culpar a quienes no lo impidieron. Después de exponer las fotos donde se muestra como ganador de un trofeo y varias en ropa interior con el torso trabajado, ¿cómo iban a decirle que no ella y una orden de restricción?
Una personalidad irascible, con pobre control de los impulsos, trastornos graves de personalidad o inestabilidad emocional suelen ser predisponentes para la violencia física y sexual en la pareja frente a sucesos frustrantes que actúan como precipitantes. Para el hombre violento y para el psicópata, la ley está hecha para ser respetada hasta que se oponga a sus propios deseos o intereses. Estos hombres se van convirtiendo en tiranos porque es la impunidad de su violencia la que prevalece.
