POLICIA

Cómo se desenvolvieron las intrigas del crimen de Ángeles Rawson

El hallazgo del cadáver, el factor familiar y la detención del portero, son algunos de los vértices de un caso oscuro. Galería de fotos

Ángeles con una amiga disfrazada de animé.
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La investigación por el crimen de Ángeles Rawson tiene a todo el país en vilo. Es que desde su inicio se colmó de dudas que todavía hoy perduran. La forma en que fue encontrada, su círculo familiar y la reciente detención del portero de su edificio, son algunos de los datos de un caso que todavía tiene mucho que aclarar.

Lunes. “Mumi”, como le decían sus conocidos, fue a su clase de gimnasia y después no se supo nada más de ella. Sus familiares comenzaron a buscarla después de la noche ya que la adolescente tenía que asistir a la escuela por la tarde y después a su clase de inglés. Al no recibir respuesta en su celular, llamaron a las amigas quienes le confirmaron que no asistió a la escuela. Inmediatamente radicaron la denuncia en la comisaría 31.

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Martes. Cerca del mediodía, apareció el cuerpo de Ángeles en el predio del CEAMSE en José León Suárez. Al principio, las primeras hipótesis circularon en torno de una posible violación con un posterior homicidio. Según la declaración de los familiares, se trataba de un caso mas de inseguridad. Durante ese día, también se habló de una posible llamada desde su celular a un banco que, días después, fue desmentida.

Miércoles. En la madrugada, los peritos químicos y la Morgue Judicial realizaron la autopsia del cuerpo de la adolescente de 16 años, en donde se constató que fue estrangulada pero no violada, por lo que comenzó a perder fuerza la hipótesis que lo vinculaba con un crimen relacionado con la inseguridad. Cerca de la medianoche, la familia junto con los amigos y conocidos de Ángeles llevaba adelante un velatorio en Olivos. El último adiós era a cajón cerrado.

Al mismo tiempo, efectivos de la policía allanaban la vivienda de la familia de Ángeles, por lo que su padrastro, Sergio Opatowski, tuvo que dejar la casa velatoria para dirigirse hacia su domicilio. “Pareciera como si sos el asesino de tu propia hija”, dijo el padrastro luego del sorpresivo operativo. Durante el allanamiento se llevaron objetos personales como computadoras, libros, sábanas y se revisó su equipo de pesca. Esto disparó una versión sobre una posible vinculación del crimen con una venganza hacia algún familiar de la víctima.

Jueves. Durante toda la mañana hasta el mediodía, familiares y amigos despidieron los restos de la adolescente en un cementerio de Vicente López. Por el lado de la investigación, especialistas comenzaron a buscar en diferentes cámaras de seguridad si la joven regresó o no a su domicilio. Efectivamente gracias a una cámara ubicada a metros del domicilio donde vivía Ángeles se pudo ver imágenes de la adolescente camino a su domicilio.

Finalmente, la fiscal Paula Asaro pudo constatar que había vuelto a su domicilio ya que encontraron en el departamento el morral y las zapatillas que había llevado a su clase de gimnasia. Este dato dio un giro en la investigación ya que parecía contradecir lo que había sostenido la familia desde un primer momento: que la joven no había regresado a su domicilio. Se comenzó a pensar en la posibilidad de que el móvil del homicidio estuviera en el círculo íntimo de la víctima.

La familia de Ángeles evitó dar declaraciones a la prensa. Un barrendero encontró cerca de General Paz y Panamericana el cuaderno de comunicaciones de la menor. La zona está lejos del lugar de donde se habría desarrollado el crimen, por lo que los investigadores pensaban que se trataría de una prueba plantada.

Viernes. Durante la mañana se constató que no hubo ninguna llamada desde el celular de Ángeles el día de su desaparición. Cerca del mediodía, la fiscal comenzó a tomarle declaración a los integrantes del entorno más íntimo de la víctima como sus hermanos, su mamá y su abuela. Quien también prestó declaración fue María Elena Leuzzi, titular de la fundación AVIVI (Ayuda a Víctima de Violación), quien dijo haber visto las llaves de la joven dentro del departamento, lo cual le llamó poderosamente la atención.

Las declaraciones de los familiares duraron más de 14 horas y alrededor de las ocho de la noche comenzó un gran operativo en torno al caso. Inesperadamente se presentó un supuesto "testigo con identidad reservada" que después se pudo constatar que se trataba del portero del edificio.

También, el padrastro se presentó en el Ministerio Público Fiscal aunque estaba citado a declarar el próximo lunes. La policía montó en la puerta del lugar una llamativa carpa azul que abrió la expectativa de un posible operativo en el lugar. Paralelamente, y en forma sorpresiva, un importante grupo de peritos junto con el juez que tiene a cargo la causa, Roberto Ponce, ingresó al edificio de la familia para realizar nuevos peritajes esta vez en el sótano y en el auto del portero.

El encargado del edificio, Jorge Mangeri, se encontraba dando su declaración cuando, según versiones, en un momento se autoincriminó en el homicidio. Por ello, la fiscal inmediatamente ordenó que fuera detenido.

Sábado. La mujer del portero, Diana Verónica Seattone, habló con la prensa para defender a su marido. “Es inocente”, dijo. Además, denunció que su marido sufrió varios “aprietes” que incluyen “golpes, quemaduras y amenazas” que están vinculados con la muerte de Ángeles.

Por la tarde, el juez a cargo ordenó adelantar la indagatoria al único detenido pero este se negó a declarar. La familia de Jorge Mangeli se presentó inmediatamente en la puerta de la casa como muestra de apoyo.

“Es un perejil, el verdadero responsable esta libre”, dijeron desesperados. El misterio sigue abierto.