Fue uno de los actores centrales durante los incidentes en el Hospital Borda como subjefe de la Policía Metropolitana. Pero también supo ser el jefe de la custodia de Néstor Kirchner cuando asumió en 2003, en medio de los cientos de militantes que se le acercaban a saludarlo, efusivos.
Ese día Ricardo Raúl Pedace supo que trabajar con Kirchner no iba a ser fácil.
Corría el 25 de mayo de 2003 y aún se lo puede ver intentando seguir al ex presidente mientras saludaba en la Plaza de Mayo. Había que cuidar a un Kirchner que no seguía protocolos, y que ese día terminó golpeado mientras se mezclaba con la multitud. Y Pedace no podía perderle la pisada.
Se desempeñó en ese cargo hasta agosto de 2003. Había llegado de la mano de Eduardo Duhalde, quien lo puso al frente de la seguridad presidencial el 1º de enero de 2002, cuando se instaló en la Casa Rosada en medio de la crisis económica más importante de la Argentina.
Tras la represión en el Borda Cristina Kirchner, por Twitter desde Río Gallegos, se encargó de hablar de él: “Me cuentan que en el operativo del Borda estuvo el 2º jefe de la Metropolitana, Ricardo Raúl Pedace”. “Néstor lo separó cuando declaró que el Presidente no respetaba los protocolos de seguridad y era imposible cuidarlo de esa manera”. “Todo hace juego con todo. Ya lo dije, hay hombres irrepetibles y agrego un adjetivo más, visionario”.
Los hombres más cercanos a Pedace en la Metropolitana aseguran que, en realidad, Kirchner quiso armar su propio equipo de custodias y que Pedace se quejaba porque el ex presidente no cumplía con el protocolo. Otro dato inquietaba al kirchnerismo: quien lo llevó como custodia fue el ex titular de la SIDE de Duhalde, Miguel Angel Toma.
Pedace estuvo a cargo las comisarías 17ª y 23º, luego fue ascendido a comisario inspector, y a partir de su salida de la custodia presidencial, fue director de Medios de Comunicación de la Federal como comisario mayor. Al poco tiempo alcanzó el grado de secretario general de la Policía Federal. Durante todos esos años coordinó foros vecinales: en 2006 fue reconocido en Recoleta como Vecino participativo de la Ciudad.
En 2009 fue sobreseído tras un operativo ordenado por la Justicia en uno de los hogares de la Fundación Felices los Niños mientras era comisario inspector. Se lo había acusado, junto a la magistrada Myriam Rustan de Estrada, asesores de Menores y del Consejo de la Niñez, de abuso de autoridad por haber desalojado el hogar. Todos los imputados fueron sobreseídos ya que se constató la existencia de abuso.
En diciembre de 2010 pidió un retiro voluntario a la ministra de Seguridad, Nilda Garré, quien no pretendía echarlo de la fuerza. Meses después, en abril de 2011, asumió como superintendente de Seguridad de la Metropolitana, y a partir de diciembre de ese año se transformó en el número dos de la fuerza. Hoy tiene relación directa con Mauricio Macri y tiene la misión de coordinar a más de 3 mil hombres.
Amante del golf, como buena parte de los funcionarios PRO, Pedace comenzó a jugar hace más de veinte años, en los noventa. A sus 56 años es una pasión que comparte con Montenegro y el propio Macri. En sus tiempos libres sufre con Independiente, aunque sus años de profesión en operativos le dejaron pocas ganas de seguir yendo a la cancha y se da tiempo para escuchar tango.
Su mujer, Susana Espósito, también trabaja con el PRO. Abogada de la UBA, y con un perfil más bajo aún que el de su marido, fue electa como vocal de la Comuna 6 (Caballito) con el PRO, donde se ocupó, entre otras cosas, del flamante Museo del Hospital Durand.