El padre de Alejandro Batalaro, uno de los tres policías asesinados hoy en una planta transmisora del Ministerio de Seguridad bonaerense aseguró que su hijo " estaba contento con su trabajo" y que "tenía ganas de vivir".
"Era un chico que tenía ganas de vivir. Entró a la Policía, hizo la escuela en la Vucetich, se recibió y llevaba a la policía en la sangre", dijo Salvador Batalaro, padre del oficial Alejandro Batalaro, de 27 años, uno de los policías asesinados esta mañana.
El hombre dijo que su hijo había egresado de la escuela policial en enero de este año. "Yo siempre le decía que no se pusiera el uniforme porque me daba miedo, pero él me contestaba: 'Papi, yo soy policía y llevo la ropa de policía. Yo entré para ser policía y soy policía", dijo el hombre en radio Uno.
Según el hombre, su hijo estaba muy contento con su trabajo en la fuerza y se había comprado un auto con sus primeros sueldos como policía.
"Se compró un autito porque tenía un sueldo, vivía feliz. Me decía: 'Papi, ahora no te voy a pedir más plata'", explicó el hombre.
Alejandro Batalaro tenía 27 años, era soltero y aún vivía con sus padres. Su padre dijo que "hacía como un mes que estaba como custodio en esa planta de transmisión. Estaba muy bien porque decía que era un lugar tranquilo".
"Uno se quedaba tranquilo porque ese lugar era una paz. A Alejandro le habían dicho que si trabaja ahí, se jubilaba ahí, porque es todo tranquilidad, ese lugar es una paz. Yo me quedaba tranquilo. Ir en un camión de caudales o perseguir delincuentes es más peligroso", indicó.
Fuente: Télam