La trágica muerte de Emilia, una bebita de apenas 27 días, despertó una enorme conmoción en la ciudad de La Plata. Su mamá, una joven nutricionista de 36 años, fue demorada por la Policía ante la sospecha de que la habría ahogado en la bañadera. Hasta anoche permanecía internada bajo custodia a la espera de un informe psiquiátrico que defina si se trata de una persona inimputable o no.
María Florencia Butti vivía con su pareja en el sexto pisto de un edificio de la calle 14 entre 57 y 58, una zona céntrica de la capital provincial y a escasos metros de la Dirección General de Cultura y Educación de Buenos Aires.
Cuando una comitiva policial ingresó en el departamento, un médico pediatra que vive en el mismo edificio y que intentó reanimar a la criatura informó que la beba no tenía signos vitales. Eran las 13.30 del jueves. La primera versión que presuntamente aportó la mamá de Emilia es que su hija se había ahogado con la leche.
Sin embargo, los testimonios e indicios recolectados en la escena derribaron su coartada. Los investigadores señalaron que encontraron una carta en el living en la que supuestamente explica por qué mató a su hija y en la que se despide de su familia.
Las fuentes creen que la joven, que estaba bajo tratamiento psiquiátrico, había decidido suicidarse. De hecho, un familiar la descubrió cuando aparentemente intentó arrojarse al vacío desde el balcón del departamento donde vivía con su pareja, un empleado de una prepaga y sobrino de un conocido fiscal penal de la ciudad de La Plata.
Los voceros señalaron que la beba no tenía problemas de salud y se encontraba bien alimentada. Hace apenas dos semanas su abuela había publicado una foto de Emilia en su cuenta de Facebook para que todos sus contactos conocieran a su nueva nietita. Nada hacía prever este trágico desenlace.
De acuerdo con las fuentes, la joven fue subida a un patrullero y trasladada al cuerpo médico policial. “Estaba como ida, en estado de shock”, describió uno de los investigadores que estuvieron presentes en la escena del crimen.
Anoche, María Florencia se encontraba alojada en el neuropsiquiátrico de Melchor Romero, imputada por el delito de “homicidio calificado por el vínculo”.