El uruguayo Luis Mario Vitette Sellanes manda a decir que primero se bañará, y después esperará el llamado al pabellón de extranjeros de la Unidad Penitenciaria número 5 de General Roca, Río Negro. El cerebro del asalto al banco Río en 2006 habla vía telefónica desde su celda rionegrina con "LIBRE".
El 22 de abril presentó una denuncia ante el INADI acusando a la jueza de San Isidro, Victoria Laura Elías García Maañón, de discriminarlo porque rechazó su pedido de expulsión del país.
Vitette considera que debe ser deportado y lo hace con argumentos legales. Fue condenado a 21 años y seis meses de prisión, y ha cumplido en total cinco años y tres meses, pero la Ley Nacional de Migraciones dice que los extranjeros detenidos en el país deben ser explusados en la mitad de sus condenas.
"La ley se votó en 2004 y se promulgó en 2005, firmada por Daniel Scioli. Era para expulsar a las mulas, que caían con un kilo (de droga) y debían pasar cinco años. Al Estado le cuestan U$S 200 diarios cada uno, y como cuando cumplen la condena se van del país, decidieron expulsarlos. Lo que no se dieron cuenta es que el mayor ladrón manifiesto también es extranjero", dice Vitette.
Hace cuatro años que viene estudiando la ley, y con ella especuló al firmar un juicio abreviado. "Me hicieron jugar mis cartas y después cambiaron las reglas del juego", se lamenta.
Vitette está alojado con extranjeros y a diario ve cómo sus compañeros se van en libertad a la mitad de condena. "El otro día se fue un chileno por homicidio. Estuvo 12 años cuando le habían dado 25. El Director Nacional de Migraciones, Martín Arias Duval debe ejecutar mi expulsión", dice.
Según la ley 25871, el uruguayo debió haber recuperado su libertad el pasado 14 de febrero. "Soy un triste ladrón de gallinas que comete un delito contra la propiedad... Tengo conducta ejemplar, de todas formas si tuviera pésima, también deberían expulsarme", asegura.
¿Qué piensa hacer en Uruguay?
-Iré a una casa que tengo y todavía no descubrieron, disfrutaré de mis dos nietos, tomaré un champagne, festejaré. Seguiré saliendo con mujeres mayores de 18 años y menores de 20 y siendo un hombre promiscuo, de mala vida. Siempre digo lo mismo: hasta la próxima vez que cometa un ilícito, no robo más".
En su carta pública para dar a conocer su rechazo a la disposición judicial de impedirle la expulsión, Vitette dice:
"El pronunciamiento que denuncio como discriminador, no sólo es eso. Ese accionar sin fundamento arriesga al Señor Nacional de Migraciones a ser denunciado por mal desempeño de la función pública. El artículo 105 de la Ley Migratoria Nacional 25871 designa como autoridad de aplicación al Director Nacional de migraciones. Él es el que tiene que ejecutar mi expulsión del país. Ya se me declaró irregular mi pertenencia en Argentina por el artículo 29 C. El artículo 64 A dice que los actos administrativos y consentidos se ejecutan en forma inmediata a la mitad de la pena, para eso se necesita la autorización del Juez, que se llama a la negativa, y lo expone al Director Nacional de Migraciones, Martín Arias Duval a incumplir la ley. La Juez Victoria Laura Elías García Maañón es capaz de hacerse la distraída para que yo no recupere mi libertad, pero está chocando de frente con el Poder Ejecutivo y arrollando la legislación vigente. Una representante del Poder Judicial hace que un Secretario de Estado falte a sus deberes borrando con el codo lo escrito con la mano del señor legislador."
(*) de la redacción del diario LIBRE, de inminente lanzamiento.