POLICIA
escandalo en la plata

El oscuro pasado del subcomisario acusado de proteger a una banda

Luis Núñez está sospechado de liberar zonas para que un ladrón apodado “Maldad” robara autos y motos. Negocios con narcos y falsas denuncias.

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Premio. Tony Núñez fue ascendido a subcomisario el 14 de enero pasado. Dos meses después fue desafectado de la fuerza. | cedoc

Una seguidilla de robos en una misma noche encendió las alarmas en la comisaría de Tolosa, la localidad platense donde vive el ex entrenador de la selección argentina de fútbol Alejandro Sabella y tenía su domicilio la mamá de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Habían desaparecido 22 vehículos –entre autos y motos– durante el turno del nuevo jefe: el subcomisario Luis Antonio Núñez (36).

La llamativa escalada alimentó la sospecha de una “zona liberada”. Es que nunca se habían robado tantos autos como esa noche, aunque algunos policías habían notado situaciones extrañas: casi todos los coches que el servicio de calle recuperaba aparecían con faltantes (sin rueda de auxilio, estéreo o espejos retrovisores, entre otras cosas).

Núñez –más conocido como Tony– fue denunciado por el titular de la seccional, el comisario Hernán Arnau, una situación prácticamente inédita en la fuerza. En rigor, el jefe policial no quiso quedar pegado con su accionar y hasta señaló a los supuestos delincuentes que presuntamente robaban los autos con el guiño del subcomisario: Cristian Baudagna (45), alias “Maldad”, y su hijo Axel (22)

Maldad sería el líder de una banda de menores que robaba autos de lujo en Tolosa, según pudo acreditar el fiscal penal Marcelo Romero, a cargo de la investigación. Lo detuvieron esta semana por orden de la jueza de garantías platense, Marcela Garmendia, quien también pidió la captura de su hijo.

Núñez también tiene un pedido de detención, pero la medida está en suspenso porque su abogado se adelantó y solicitó una exención de prisión que todavía no fue resuelta. Solo por esa razón está en libertad.

En la denuncia, el comisario Arnau reconoció que “el número de vehículos hallados en la jurisdicción a los denunciados como sustraídos disminuyó considerablemente” cuando fue reemplazado por Núñez, en la última licencia que pidió.

“Las probanzas colectadas permiten acreditar que, al menos desde el mes de enero hasta el día 13 de marzo de este año, cuanto menos tres personas de sexo masculino –uno de ellos funcionario policial– integraron en forma organizada y con roles claramente determinados una asociación con el propósito colectivo de cometer delitos, al menos contra la propiedad automotor”, entendió el fiscal Marcelo Romero, en el pedido de detención contra el subcomisario Núñez y los otros dos presuntos miembros de la organización.

El mecanismo. En el escrito –al que tuvo acceso PERFIL–, el funcionario judicial sospecha que el jefe policial, afectado funcionalmente a la Comisaría 6ª de Tolosa, utilizó su condición de policía para favorecer “una zona liberada en el ámbito jurisdiccional a fin de que los otros dos masculinos, actuando en connivencia y colaboración inmediata, enviaran a menores a perpetrar ilícitos, aprovechándose de la situación de vulnerabilidad de los mismos”.

A la denuncia del comisario Arnau –que también es objeto de investigación de la Auditoría General de Asuntos Internos (AI) del Ministerio de Seguridad de Buenos Aires– se le sumaron los testimonios de otros tres policías, entre ellos una oficial que comenzó a investigar a los menores señalados en los robos de autos.

Los cuatro efectivos –incluido Arnau– reconocen el vínculo existente entre el subcomisario, Maldad y su hijo y profundizan sobre las sospechas de una “finalidad delictual que tenía este grupo”.

“Aluden a distintos sucesos que cuentan con aptitud para suponer en esta precaria instancia, sobre la existencia de una periódica comunicación entre los sujetos activos, y de un vínculo de protección por parte de un efectivo de las fuerzas de seguridad provincial con funciones en la Comisaría 6ª de La Plata”, explicó Romero en el pedido de detención que envió a la jueza de garantías Marcela Garmendia.

Para el fiscal, está acreditada la comisión del delito de “asociación ilícita”. “La prueba producida permite concluir que el subcomisario Núñez y los Baudagna resultan ser autores penalmente responsables”, entiende en el escrito.

Bienes y sospechas. El subcomisario ya estaba en la mira de Asuntos Internos, mucho antes de que estallara el escándalo de la zona liberada.

“No le da razonable el patrimonio. Lo requerimos y no se presentó para justificar los bienes, y lo comunicamos a la Justicia para que se lo investigue por enriquecimiento ilícito”, explica a PERFIL Guillermo Berra, a cargo de AI, acerca de la situación de Tony.

El jefe policial declaró tener un patrimonio de 377 mil pesos, que incluye un auto con una valuación fiscal de $ 195 mil, una casa de 32 mil, ahorros en efectivo por 50 mil y una sociedad comercial en la que habría invertido $ 100 mil.

Núñez siempre llamó la atención de sus compañeros por los autos que compraba. Siendo jefe de calle de la comisaría de Los Hornos manejaba un BMW.

En esa seccional, donde prestó servicio entre los años 2005 y 2017, no dejó un buen recuerdo. Lo vinculan con transas de la zona, cuentan que recaudaba tomando falsas denuncias de robo de autos para que el propietario pudiera cobrar el seguro, y hasta aseguran que protegía a su papá, un hombre de origen paraguayo que presuntamente vendía droga en la zona. Para muchos de sus ex compañeros, Núñez es el ejemplo de todo lo que un buen policía no debe hacer.

Policías, amigos y padrinos

El comisario Hernán Arnau y el subcomisario Luis Antonio Nuñez eran amigos además de compañeros. De hecho, el jefe de la seccional de Tolosa es el padrino de uno de los dos hijos que tiene el cuestionado subcomisario.

Sin embargo, la relación tuvo un quiebre el mes pasado, cuando Arnau se presentó en la fiscalía de Marcelo Romero y lo denunció penalmente.

Núñez  arrancó 2019 con una buena noticia: el martes 15 de enero, el entonces oficial principal había recibido la notificación de un nuevo ascenso en la Policía Bonaerense.  Era un logro importante para su carrera policial, porque con 36 años pasaba a convertirse en subcomisario, una jerarquía con la que podía aspirar a un cargo importante.

Dos meses después le llegó otra notificación: había sido desafectado del servicio por las irregularidades detectadas en sus guardias. La alegría le duró muy poco.