La Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) descartó esta tarde que un paquete sopechoso que había sido detectado en un playón de estacionamiento del aeropuerto de Ezeiza fuera una bomba, como se había pensado en un principio.
La investigación, en la que participaron efectivos de la PSA y de la Brigada de Explosivos, determinó que el objeto supuestamente peligroso era una válvula proveniente de una empresa de petróleo, que iba a ser exportado y que no reviste ningún riesgo.
Según trascendió, en la válvula habría restos de sustancias explosivas, que levantaron las sospechas de los empleados de la aduana.
La terminal de cargas, que fue cerrada este mediodía para permitir el trabajo de la Policía, fue escenario la semana pasada de un escandaloso robo de una saca con 80 mil dólares que venían en un container desde los Estados Unidos y que derivó en la detención de varios empleados de la empresa Intercargo.