Agencias
Sergio Gustavo Ramírez, un hombre que era buscado acusado de haber violado a una chica de 19 años a quien engañó ofreciéndole un falso trabajo a través de Facebook, se autoincriminó ante la prensa y la policía. “Fue el diablo. Hice un pacto con el diablo”, dijo a los micrófonos al salir de la fiscalía pese a haberse negado a declarar. Más temprano, cuando fue detenido, había confesado a los agentes de la bonaerense: “Me mandé una cagada”.
El fiscal de Moreno a cargo de la causa, Leandro Ventricelli, informó que la detención de Ramírez fue detenido a partir de un llamado al 911 que reportaba la presencia del sospechoso merodeando la avenida Derqui y una plaza cercana ubicada en el cruce de las calles La Escultura y Enrique Santos Discépolo, de la localidad de Cuartel V, Moreno.
Según fuentes judiciales, cuando los efectivos del Comando de Prevención Comunitaria (CPC) de Moreno y de la Comisaría 4ª de ese partido, con asiento en Cuartel V, le informaron a Ramírez que quedaba detenido, el imputado les dijo: “Sí, ya sé, me mandé una cagada”.
La frase no tiene ninguna validez judicial y al ser indagado, asistido por un defensor oficial, Ramírez se negó a declarar.
Al salir en un traslado de las fiscalías de Moreno, Ramírez fue increpado e insultado por algunos familiares de la víctima y allí, ante la prensa, el imputado, llorando, les pidió perdón a sus padres.
“Le pido perdón a mi vieja”, dijo Ramírez a los cronistas, y cuando uno de los periodistas le preguntó si reconocía la autoría del hecho, contestó: “Fue el diablo. Hice un pacto con el diablo”.
Si bien en un principio se informó que el fiscal iba a hacer una rueda de reconocimiento con el imputado, Ventricelli decidió por el momento no hacerla para no revictimizar a la joven abusada.
“Por el momento la rueda no es necesaria. Hay hisopados realizados que estamos esperando para ver si son aptos para un futuro y eventual cotejo de ADN”, dijo Ventricelli.
Además, el fiscal aseguró que “hay muchos testimonios que lo comprometen” y reveló que ordenó para Ramírez una revisación médica, ya que presenta lesiones del tipo excoriativas y similares a arañazos, que podrían haber sido provocadas por la víctima.
La violación que le atribuyen a Ramírez ocurrió el lunes en una casa del barrio Santa Brígida, donde la denunciante acudió tras combinar mediante un grupo privado de Facebook, denominado “Busco laburo”, una entrevista laboral para cuidar a un niño de dos años y realizar tareas de limpieza. El hombre la amenazó con un cuchillo, le ató las manos a la espalda y le puso una soga al cuello que amarró a un alambre en la pared para abusar de ella durante cinco horas.